ABORTO Y PLANIFICACIÓN FAMILIAR: En principio, pareciera que no existe directa vinculación entre los proyectos de legalización del aborto y el problema poblacional. El tema no es mencionado en los proyectos legislativos y a nivel internacional se sostiene explícitamente que el aborto no debe ser considerado como un medio de planificación familiar (Conferencias Internacionales de Población 1984 y 1994). Sin embargo, es indudable que la legalización del aborto conlleva consecuencias a nivel poblacional. En efecto, la eliminación deliberada de un niño por nacer ya concebido es utilizado, en la práctica, en muchos países, como un medio de planificación familiar.
EL INVIERNO DEMOGRÁFICO EN LOS PAÍSES DESARROLLADOS: Las consecuencias de estas políticas a nivel poblacional se pueden advertir en la realidad europea y en el advenimiento del denominado “invierno demográfico” caracterizado por:
- Crecimiento de la expectativa de vida
- Baja de las tasas de fecundidad
- Aumento del número de jubilados/pensionados
- Baja de la edad de retiro
- Retraso en la edad para contraer matrimonio y para tener hijos
INVIERNO DEMOGRÁFICO Y POLÍTICAS DE IMPULSO DE LA NATALIDAD: Ante esta realidad, en los países europeos se impulsan una diversidad de medidas para promover la natalidad entre las que encontramos:
- Igualdad de oportunidades laborales
- Flexibilidad de horarios laborales
- Políticas de ayuda financiera a familias
- Subsidios por nacimiento de hijo
- Rebajas impositivas
- Facilidades para cuidado de niños
- Medidas habitacionales y educativas
Paradójicamente, a pesar de los esfuerzos políticos, estas medidas no logran revertir el invierno demográfico. Las medidas economicistas son paliativos que se revelan ineficaces ante la firme resistencia de miles de personas que, en sus opciones individuales, configuran un sistema individualista, hedonista y consumista, lejos de valores vitales para la familia como la apertura al otro, el desinterés, la gratuidad, etc.
LA CUESTIÓN EN LOS PAÍSES EN DESARROLLO: Ante esta realidad, y bajo el impulso de los organismos internacionales y las grandes naciones, en los países en desarrollo se promueven medidas como la salud reproductiva, la esterilización y la legalización del aborto que conducen de manera inevitable al “invierno demográfico” antes descripto.
LA “OPORTUNIDAD DEMOGRÁFICA”: En realidad, los organismos internacionales que impulsan la salud reproductiva y otras medidas similares, argumentan que estas políticas redundarán en beneficio de la sociedad. Así, podemos citar el informe sobre la Población Mundial del año 2002 del Fondo Naciones Unidas para la Población, donde se presenta la denominada “oportunidad demográfica”. Para este organismo, las inversiones en salud reproductiva en los países subdesarrollados generan la reducción de tasas de fecundidad y se crea así una “oportunidad demográfica”, de tal manera que, por única vez y por corto tiempo, un grupo grande de personas económicamente activas con pocas personas a su cargo (ancianos y niños). Así, se configuraría una oportunidad para realizar inversiones económicas que permitan resolver problemas económicos estructurales del país1.
LA “OPORTUNIDAD DEMOGRÁFICA”, EL ABORTO Y EL DESARROLLO: Sin embargo, la propuesta de la “oportunidad demográfica” no resuelve el “cómo” se sigue luego de que pasa la oportunidad. La prueba es que los países más desarrollados presentan problemas graves en torno al “invierno demográfico” y que las medidas impulsadas para revertir la drástica caída de las tasas de natalidad no han logrado los efectos buscados. En la base de tal dificultad para revertir el problema poblacional se encuentra la mentalidad que es contraria a la vida, mentalidad que subyace de manera más clara en el aborto. Por otra parte, el aborto siempre conduce a una reducción de la tasa de natalidad. Por tanto, las políticas que propugnan la despenalización total del aborto como parte de la salud reproductiva provocarían graves perjuicios para el crecimiento poblacional, con el consiguiente riesgo del “invierno demográfico” y sus graves consecuencias para el desarrollo.
LA VINCULACIÓN ENTRE VIDA, POBLACIÓN Y DESARROLLO: Ante esta realidad, el camino de las autoridades debería orientarse hacia políticas diferenciadas para estimular familia y aumento de las tasas de fecundidad y, sobre todo, hacia generar iniciativas para una apertura a la vida, para conciliar trabajo y familia, para valorar a la familia como comunidad de personas intergeneracionalmente unidas, como lugar de educación y socialización y fortalecer los valores espirituales, morales y culturales que promueven la familia, concebida como agente clave del desarrollo.
1 Ver el informe enhttp://www.unfpa.org/webdav/site/global/shared/documents/publications/2003/annual_report02_spa.pdf