Reproducimos el comunicado de Frente Joven del 6 de noviembre de 2018 con motivo de la reciente resolución del ANMAT que permite la comercialización del Misoprostol en farmacias:
Ante la reciente resolución del ANMAT de permitir la comercialización en farmacias del Misoprostol mediante una simple receta archivada y sin más requerimientos, consideramos que es necesario un análisis de los alcances y consecuencias:
En primer lugar, no hay ningún parámetro de control posible acerca de si el caso se encuadra o no en las causales aprobadas por el Protocolo, sumado a que un médico que no sea ginecólogo u obstetra si las recetara, estaría ejerciendo la medicina ilegalmente (art. 208 del Código Penal) y finalmente, acarrea una situación de riesgo severo por ser una droga que suministrada sin control, expone a la mujer a riesgos graves para su salud.
En segundo lugar, facilita y promueve el aborto clandestino, festejado por los sectores de la sociedad que lo promocionan mediante manuales, encuentros, líneas telefónicas e incluso charlas en instituciones públicas y privadas.
El Misoprostol es un fármaco que no fue diseñado como abortivo sino que es su efecto secundario y que está en retroceso en el mundo para este fin. Tiene otro uso ginecológico común en clínicas y hospitales, que es provocar, ante un aborto espontáneo, la expulsión del embrión o feto. Como droga abortiva, las mujeres en Francia, España, Estados Unidos y otros países que llevan muchos años de aborto legal ya no lo eligen, o bien los profesionales lo desaconsejan debido a las grandes molestias, dolores e incomodidades de su uso.
Según el Protocolo de Aborto No Punible, su administración por vía vaginal para abortar es recomendable y no tiene efectos adversos, pero en el año 2005 la Agencia Nacional de Seguridad de los Medicamentos francesa (1) prohibió terminantemente dicho uso, especialmente combinada con la mifepristona (2) ya que el riesgo de sepsis se vuelve muy elevado (3).
El mismo protocolo indica que debe ser realizado en el Hospital en los casos de diabetes, problemas hepáticos y/o cardíacos, no siendo posible el aborto ambulatorio. Esto es imposible de controlar en el expendio en farmacias, ya que se recibe la receta sin tener idea acerca del estado clínico de la paciente.
Sin sobredimensionar el problema, podemos ver que según la Sociedad Argentina de Cardiología mueren 1 de cada 3 mujeres por razones cardiovasculares en Argentina, en su gran mayoría sin diagnosticar (4) y a su vez, el Ministerio de Salud informa que 1 de cada 10 mujeres padece diabetes en nuestro país (5). Es absolutamente imprudente que un ginecólogo,sin conocer el cuadro completo y sin estudios previos, pueda recetar este medicamento abortivo por su extrema peligrosidad para un gran porcentaje de la población femenina.
Se quiere masificar y banalizar el uso del misoprostol. El uso ambulatorio con simple venta bajo receta es una liberalización de hecho del aborto clandestino. Se venderá el Misoprostol con mayor facilidad que los psicofármacos, ya que no se exige un régimen especial para su comercialización ni tampoco utilizar los recetarios oficiales del Ministerio de Salud.
Yendo a lo concreto: A partir de los 13 años las consultas médicas de salud sexual pueden ser sin acompañamiento de los padres. Una niña de 13 años puede ir sola al ginecólogo con un embarazo de 10 semanas y luego ir a la farmacia para adquirir el misoprostol con la receta del médico, sin cuidados durante el proceso. Se deja sola a la joven no sólo ante la trágica decisión, sino ante las complicaciones probables. Los padres quedan totalmente ajenos a todo el proceso, salvo cuando su hija tenga hemorragias absolutamente fuera de lo normal para una menstruación.
El aborto con Misoprostol falla en un 36% no logrando completar el proceso y requiriendo hospitalización (6). A su vez, hay una alta tasa de hemorragias graves, histerectomías u otras consecuencias indeseables, especialmente porque es extremadamente difícil conocer el estado clínico completo de la paciente al momento del aborto. Hacemos memoria de las víctimas del aborto farmacológico en nuestros hospitales mediante las ILE realizadas en los últimos años, como el caso de Keila Jones terminado con su muerte a los 17 años el 6 de Diciembre de 2015 en el Hospital de Esquel.
La ANMAT ha demostrado una total falta de criterio para cuidar la salud de las mujeres, favoreciendo el negocio de un laboratorio privado a costa del bienestar y del respeto a las leyes vigentes.
Referencias:
(1) http://ansm.sante.fr/S-informer/Communiques-Communiques-Points-presse/IVG-medicamenteuse-rappel-des-conditions-d-utilisation-de-la-mifepristone-et-du-misoprostol – https://www.onmeda.fr/medicament/gymiso-93624994.html -manual de uso de GYMISO
(2) Investigación realizada por el Dr. R. Miech de la Brown Medical School de Rode Island, EEUU (Ann Pharmacother. 2005) y por el equipo del Centers for Disease Control and Prevention, Atlanta, EEUU (N Engl J Med. 2005 Dec 1;353(22):2352-60).
(3) Hazem El-Refaey, M.D., Dhamnasekar Rajasekar, M.B., B.Ch., Mona Abdalla, Ph.D., Lynda Calder, and Allan Templeton, M.D. Induction of Abortion with Mifepristone (RU 486) and Oral or Vaginal Misoprostol; N Engl J Med 1995; 332:983-987
(4) http://www.sac.org.ar/actualidad/ellas-tambien-se-infartan-pero-peor/
(5) https://www.argentina.gob.ar/noticias/en-argentina-una-de-cada-diez-mujeres-tiene-diabetes
(6) Rodríguez Cárdenas, Antonio, & Velasco Boza, Alejandro. (2003). Uso de 600 mg de Misoprostol para inducir el aborto temprano. Revista Cubana de Obstetricia y Ginecología, 29.
Fuente: http://www.frentejoven.org/2018/11/06/comunicado-de-prensa-misoprostol/