Las organizaciones International Association for Hospice and Palliative Care (IAHPC), International Children’s Palliative Care Network (ICPCN), Palliative Care in Humanitarian Aid Situations and Emergencies (PalCHASE) y Worldwide Hospice Palliative Care Alliance (WHPCA) desarrollan actualmente un proyecto[i] conjunto en torno a cuidados paliativos y COVID-19. En ese marco, invitan a profesionales de distintas partes del mundo para producir notas destinadas a la población y los actores del sistema involucrados en la temática.
Uno de los últimos documentos titulado “Principios Bioéticos, prácticas y recomendaciones relevantes sobre la pandemia COVID-19”[ii] destaca que uno de los problemas de toda pandemia es que no todos los pacientes van a recibir cuidados necesarios con losestándares adecuados. Más aún, en algunos casos, los sistemas de salud se verán forzados a negar tratamiento a ciertos pacientes para otorgárselos a otros con mejores pronósticos.
En este sentido, los cuidados paliativos[iii] resultan esenciales para proveer atención física, psicosocial y espiritual a los pacientes, sus allegados y cuidadores en este contexto.
Los profesionales afirman que los cuidados paliativos deben proporcionarse a todos los pacientes que los necesiten, independientemente del pronóstico, y es un imperativo ético para aquellos que no se consideran elegibles para intervenciones de soporte vital. Resaltamos a continuación algunos de los principales puntos del documento.
Principios éticos para una atención óptima durante la pandemia de COVID-19
• No abandono: ninguna persona que necesite atención médica debe ser descuidada o abandonada; todos los que lo necesitan deberían tener acceso a cuidados paliativos;
• Respeto a las personas: la protección de la dignidad del paciente y los derechos humanos incluye la provisión de un espacio privado para los moribundos y sus familias;
• Autonomía: la autonomía solo está restringida por razones convincentes de salud pública;
• Reciprocidad: se prioriza la protección de la salud pública y del proveedor; se toman las precauciones apropiadas para el control de infecciones, se respetan y se hacen cumplir;
• Confidencialidad: se mantiene la confidencialidad del paciente en ausencia de razones preocupantes de salud pública;
• Atención integral de la persona: el acompañamiento, el apoyo espiritual y el duelo juegan papeles clave junto con los cuidados intensivos, el tratamiento médico y el control de los síntomas;
• Justicia / imparcialidad: los pacientes con condiciones de salud similares tienen igual acceso al tratamiento y la atención (incluidas medidas de protección) sin discriminación basada en el origen étnico, la religión, el sexo, la edad, la discapacidad, el estado socioeconómico o la afiliación política.
Poblaciones vulnerables
• La atención de pacientes que son particularmente vulnerables debido a la pobreza, la falta de vivienda, el aislamiento social o la discriminación puede incluir servicios psicosociales más intensos;
• La atención de pacientes que son particularmente vulnerables a la infección debido a enfermedades crónicas o discapacidad, o por su situación de vida, puede requerir medidas de protección mejoradas;
• La atención de los pacientes menores de edad se regirá por el principio de “interés superior del niño”.
Recomendaciones a los estados miembros de la ONU y a las organizaciones de la sociedad civil
• Asegurar que los médicos y otros proveedores de servicios críticos, especialmente aquellos que enfrentan un riesgo desproporcionado al ayudar a otros, tengan acceso proporcionalmente prioritario a elementos de protección personal, pruebas, tratamiento y apoyo psicosocial;
• Considerar la idoneidad de cualquier intervención en términos de la necesidad individual del paciente, en lugar del estado o identidad socioeconómica: solo comience una intervención si los beneficios potenciales probablemente superen los daños potenciales;
• Priorizar el acceso del paciente a los escasos recursos según el beneficio potencial, incluso para mejorar la calidad de vida, así como la duración;
• Nombrar un comité de personas imparciales, debidamente capacitadas para asignar recursos escasos y publicar pautas fáciles de leer en lugares accesibles;
• Proporcionar un proceso de apelación para restricciones de visitas;
• Incluir vías de cuidados paliativos en todas las políticas de triage;
• Priorizar la planificación anticipada de la atención en todo el proceso de atención;
• Optimizar la comunicación de los trabajadores de salud con los pacientes y sus familias, utilizando dispositivos electrónicos y recursos asociados para mitigar las cargas de la cuarentena; considere nombrar a una persona de apoyo familiar;
• Apoyar a los trabajadores de la salud con el manejo del estrés y el trauma.
Informe de Juan Bautista Eleta
[i] http://globalpalliativecare.org/covid-19/?show=global-palliative-care-organizations-special-series-on-covid-19-and-palliative-care (último acceso: 26/04/2020)
[ii] http://globalpalliativecare.org/covid-19/uploads/briefing-notes/briefing-note-bio-ethical-principles-practices-and-recommendations-relevant-to-the-covid-19-pandemic.pdf (último acceso: 26/04/2020)
[iii] La Organización Mundial de la Salud establece que los cuidados paliativos constituyen un planteamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes (adultos y niños) y sus allegados cuando afrontan problemas inherentes a una enfermedad potencialmente mortal. Previenen y alivian el sufrimiento a través de la identificación temprana, la evaluación y el tratamiento correctos del dolor y otros problemas, sean estos de orden físico, psicosocial o espiritual. Fuente: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/palliative-care (último acceso: 26/04/2020)
Por su parte, San Juan Pablo II sostiene que los cuidados paliativos se destinan a hacer más soportable el sufrimiento en la fase final de la enfermedad y, al mismo tiempo, asegurar al paciente un acompañamiento humano adecuado. Cfr. Evangelium Vitae, 65. Disponible en http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031995_evangelium-vitae.html (último acceso: 27/04/2020)
En un interesante trabajo, un conjunto de expertos de la Pontificia Academia para la Vida detallaron que los cuidados paliativos ayudan a aliviar el sufrimiento grave relacionado con la salud al proporcionar atención física, psicosocial y espiritual a los pacientes y sus familias. Los cuidados paliativos alivian el “dolor total” al cambiar el modelo médico moderno, a menudo demasiado técnico, a un modelo holístico de atención centrado en la persona.
Centeno C, Sitte T, de Lima L, et al. White Paper for Global Palliative Care Advocacy: Recommendations from a PAL-LIFE Expert Advisory Group of the Pontifical Academy for Life, Vatican City. J Palliat Med. 2018;21(10):1389-1397. Disponible en https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6201784/ (Último acceso el 27/04/20)