El activismo judicial en la Ciudad de Buenos Aires se empeña en invisibilizar al niño por nacer y se apura a impulsar un aborto casi sin restricciones.
En el fuero Contencioso Administrativo de la Ciudad de Buenos Aires, la jueza Patricia López Vergara dictó una medida cautelar suspendiendo diversas disposiciones del Protocolo de abortos no punibles dictado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Resolución 1252/2012). De esta manera, la misma Justicia que se negó a dictar una medida cautelar para salvar la vida de un niño por nacer hace pocas semanas, se apura a querer imponer a la ciudadanía una suerte de normativa que legaliza el aborto. De esta manera, un poder del Estado pensado para hacer justicia ante el caso concreto, se arroga facultades legislativas y ejecutivas en clara violación de la división de poderes e ignorando derechos constitucionales fundamentales.
Desde el Centro de Bioética, Persona y Familia creemos que el Protocolo tiene que ser suspendido y nunca ampliado. Creemos que siempre es posible salvar las dos vidas.