Centro de Bioética, Persona y Familia

Home Noticias Familia Colombia debate pretendido matrimonio entre personas del mismo sexo

Colombia debate pretendido matrimonio entre personas del mismo sexo

0

Nuevamente aparece en el escenario político de Colombia, la posibilidad de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Se busca modificar el código civil, el cual hace referencia de los cónyuges como hombre y mujer.

Así como se presenta la insistencia, y  nuevas demandas para su aprobación, nosotros insistimos y exhortamos para que nos unamos en el fortalecimiento del matrimonio entre hombre y mujer. Dejamos estas líneas iniciales las cuales solo quieren ser un primer acercamiento para nuevas discusiones.

El matrimonio y la familia no son una construcción sociológica casual, fruto de situaciones históricas y económicas particulares, al contrario la cuestión de la correcta relación entre el hombre y la mujer hunde sus raíces en la esencia mas profunda del ser humano y solo a partir de ella puede encontrar su respuesta. La sexualidad humana no es algo añadido a nuestro ser persona; sino que le es propio. (Benedicto XVI la Familia transmisora de la fe V Congreso Mundial de las familias- España 2006)

Al crear al ser humano hombre y mujer, Dios confiere la dignidad personal de manera idéntica a uno y otra. A cada uno, hombre y mujer, corresponde reconocer y aceptar su identidad sexual (Catecismo de la Iglesia Católica 2393)

En la Carta a las Familias dadas por el Sínodo de los Obispos en Roma en 1980, en donde se estudió el tema  la Misión de la Familia, se invita a la “sociedad y de modo particular el Estado y las Organizaciones Internacionales, proteger la familia con medidas de carácter político, económico, social y jurídico, que contribuyan a consolidar la unidad de la familia para que puedan cumplir su función específica.” Así mismo en lo “referente a la tutela o adopción, el Estado debe procurar una legislación que facilite a las familias idóneas acoger a niños que tengan  necesidad de cuidado temporal.” (Artículo 4, ítem f)

Frente a la pretensión de acceder a la adopción, sustentado en gran parte bajo la premisa de  discriminación,  es bueno determinar que, “aquí no hay discriminación, pues discriminar es tratar igual a los desiguales o desigual a los iguales. Los homosexuales, ellos mismos se han diferenciado al cerrarse naturalmente a la vida, y no pueden quejarse luego cuando se les dice que no están  en condiciones de poder tener un niño. No hay discriminación cuando la distinción es justificada…” (Dr. Gustavo Ordoqui Presidente el Instituto de Bioética Montevideo – Zenit 20 de Septiembre de 2009)… “Este no es un tema de médicos, abogados, o de religión”, sino de orden antropológico. Todo niño necesita así como alimentarse o educarse, tener el referente  del padre y la madre (o sea lo masculino y lo femenino), como algo necesario para su propio ser…

El ser hijos de esta época ha desencadenado el entender la libertad y la autonomía como consecuencias de la racionalidad. La modernidad ya no se  remonta al orden de cosas cosmológicas, sino que hace la diferencia entre la naturaleza física (necesidad) y de la naturaleza humana racional (libertad), fundamentando la libertad en la subjetividad racional. Esta nueva, por así decirlo, realidad por un lado objetiva y por otro subjetiva, deja en la expresión autonomía y supuesto derecho, asumir por una condición diferente (parejas del mismo sexo), derechos superfluos que en sí mismos excluyen las otras condiciones de sexualidad entre ellas la heterosexual. Parece que el punto de partida moral, no es sino el desorden que habita en algunos corazones transidos de intereses ajenos a la construcción de una verdadera familia, hecho que no encuentra sustento ni ético-moral, ni racional.

Las nuevas visiones de hombre en esta época ilustrada se han desenganchado de las cosmovisiones metafísicas y religiosas, es más, no se ha hecho la diferencia entre feminismo de equidad y feminismo de género, este último que promueve la renuncia a la vida familiar de orden nuclear, y la promoción de las parejas del mismo sexo.
“Ser hombre y ser mujer no son accidentes del ser humano, sino que pertenecen  inseparablemente a su esencia, una sexualidad  que es parte vital y que  indica que uno es lo que es,  incluso en caso de patologías orgánicas.”
“En la ley de infancia, la Constitución nacional señala que la familia está conformada por un hombre y una mujer y el interés es superior del niño, para la protección en este caso de la oportunidad que puede tener de referente de hombre y de mujer. No se trata de discriminar a la pareja sino de proteger a la niña (Elvira Forero directora ICBF)

A MANERA DE CONCLUSIÓN

La familia… “Patrimonio de la humanidad, constituye uno de los tesoros más importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños. Ella ha sido y es escuela de fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente… La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de los hijos.” (Cf. Aparecida 114)

Son los niños y niñas quienes tienen derecho a tener padres y no estos a tener hijos adoptivos incluso a cualquier costo o capricho, porque la familia no es cualquier organización social, sino que está fundada naturalmente en la relación entre un hombre y una mujer. La sexualidad requiere una educación para poderla vivir como expresión del lenguaje humano.

Cada hijo es un don  de Dios y no una propiedad. El niño está por encima del capricho o, de intereses afectivos en muchos casos desordenados por parte de los adultos.

Esta comunidad (homosexual) debe ser acogida con respeto, compasión y delicadeza. Se debe evitar todo signo de discriminación injusta (Catecismo de la Iglesia de la Católica 2358), pero a su vez los Cristianos acogemos en su totalidad el derecho fundamental que tienen los hijos, no solo desde la ley, o el iusnaturalismo, a formar parte de una familia conformada por un hombre y una mujer, permitiendo un sano crecimiento y buscando un interés superior para él.

Esp. Jesús David Vallejo Cardona
Jefe Departamento de Familia
Universidad Católica de Oriente
Rionegro- Antioquia- Colombia