Los días 26 y 27 de marzo la Corte Suprema de los Estados Unidos llevará a cabo audiencias orales para escuchar las argumentaciones relativas a dos casos vinculados con los “matrimonios” de personas del mismo sexo.
Las causas que llegan a la Corte Suprema son dos, que convergen en temáticas similares, aunque con algunas diferencias:
1) Hollingsworth v. Perry (docket 12-144) – sobre la Proposición 8 de California: se cuestiona la constitucionalidad de la “Proposición 8”, una enmienda votada favorablemente en 2008, que incorporaba expresamente la definición de matrimonio entre varón y mujer a la Constitución del Estado de California y que fue cuestionada en sede judicial federal. El caso llega a la Corte Suprema por un recurso planteado por los proponentes de la Prop. 8 luego de que la Corte Federal de Apelaciones del 9no. Circuito se pronunciara por su inconstitucionalidad.
En este caso, la Corte ha preguntado si los proponentes de la Prop. 8 tienen “standing”, es decir, legitimación, para llevar el caso a la Corte, en razón de tratarse de una reforma constitucional estatal. Además, se discutirá la constitucionalidad de la enmienda, en relación a la cláusula de igualdad de la Constitución Federal, a fin de determinar si los Estados pueden mantener los alcances de la definición de matrimonio y si ello no resulta discriminatorio.
En el escrito de defensa de la Prop. 8 se alegó que la definición del matrimonio como la unión de varón y mujer supone una promoción del vital interés social en una procreación y una crianza responsable, que han sido propósitos del matrimonio en virtualmente toda sociedad a través de la historia. Además, se alega que la Prop. 8 atiende al interés de California al proceder con precaución antes de introducir una redefinición radical de una institución social fundamental. Igualmente, la Prop. 8 reestablece la autoridad democrática en un asunto de vital importancia para la ciudadanía de California. Y finalmente se afirma que la Prop. 8 no deshonra a las personas homosexuales.
2) United States v. Windsor (docket 12-307) – Cuestionamiento a la Sección 3 de la Ley federal de Defensa del Matrimonio (DOMA: Defense of Marriage Act: en este caso, se cuestiona la constitucionalidad de una sección de la Ley Federal de Defensa del Matrimonio (DOMA) del año 1996, que dispone que para todos los fines relativos a la interpretación o aplicación de una ley o regulación federal, incluyendo los beneficios, el término “matrimonio” debe interpretarse como la unión de un varón y una mujer. El caso llega a la Corte Suprema por un planteo del Departamento de Justicia del Gobierno de los Estados Unidos.
La DOMA fue sancionada en 1996 por el Congreso y promulgada por el Presidente demócrata Bill Clinton. No obstante, ahora la administración demócrata ha cambiado su posición, y sostiene la inconstitucionalidad de la DOMA. Así lo hizo al llegar a un acuerdo con el tribunal de inferior instancia. Ante este acuerdo, un Grupo Bipartidario de la Cámara de Representantes (BLAG, Bipartisan Legal Advisory Group) cuestionó este acuerdo y se presentó para sostener la constitucionalidad de la DOMA. Así, la Corte Suprema ha preguntado a las partes, por un lado, si el acuerdo celebrado entre el Poder Ejecutivo y el tribunal quita a la Corte Suprema la autoridad para decidir en la causa. Por el otro, si el BLAG tiene legitimación para defender la constitucionalidad de la ley.
Igualmente, en este caso se discutirá si la sección 3 de la DOMA viola el derecho a la igualdad para uniones de personas del mismo sexo que están legalmente consideradas como “matrimonio” en ciertos estados y que no pueden acceder a los beneficios del matrimonio a nivel federal. Los defensores de la DOMA sostienen que la regulación federal del matrimonio concede los beneficios a la unión de varón y mujer por las contribuciones al bien común que tal unión realiza y que no existe violación de la igualdad.
El caso también involucra a una ciudadana de New York City que tuvo que pagar un impuesto federal por un bien que heredó de su unión con otra mujer luego de su muerte, porque bajo la DOMA la exención se aplica sólo al esposo sobreviniente de un matrimonio de varón y mujer.
En torno a ambos casos se han presentado ya escritos defendiendo las diversas posturas, como así también numerosos “amicus brief”.
Seguiremos con atención el tema e iremos presentando los principales puntos del debate, que ciertamente posee una enorme trascendencia para la vida jurídica de los Estados Unidos y de toda la región y el mundo.