Entre agosto y octubre de 2012, en el pequeño país báltico de Letonia tuvo lugar una creativa y eficaz campaña a favor de la Vida, dirigida a reabrir el debate público sobre el aborto, en un país con un nivel muy alto del mismo. Uno de los objetivos específicos de la campaña es también reconocer el principio de que “el niño se vea protegido desde el día de la concepción” en la ley de educación sexual y reproductiva, y para hacer sistemática la consulta pre-aborto. Esta campaña terminó el 16 de octubre con una conferencia oficial sobre la “Protección del derecho a la vida“, celebrada en el Parlamento de Letonia; una atención especial se ha dado a los Artículos de San José por el Secretario de Estado para la Justicia y varios oradores.
Un informe de Grégor Puppinck, PhD, Director del Centro Europeo para la Justicia y el Derecho (European Centre for Law and Justice) señala que la campaña Pro-Vida (en letón “Par dzīvību”) comenzó el 1 de agosto de 2012, con la apertura de una página de internet www.pardzivibu.lv y una línea de consulta telefónica. Cada día creció el apoyo de numerosas personas – famosos artistas, músicos, actores, periodistas de televisión, sacerdotes, políticos, deportistas, etc. expresaron su apoyo público.
La campaña resultó muy publicitada con la inauguración, a principios de septiembre, de una instalación de arte en una de las calles principales en el centro de la ciudad Riga mostrando 27 esculturas de niños pequeños que simbolizan los 27 abortos que tienen lugar cada día en Letonia. Cada escultura fue acompañada de un texto en letón, inglés y ruso, que narra la historia real de un niño abortado y la razón de la “elección de su madre”.
Esta muestra artística, destacada por los críticos de arte por su calidad, se quedó en la calle por varias semanas sin protección especial. Transeúntes, tocados por esas historias, dejaron velas y flores ante cada escultura de los bebés.
Muchos carteles también se han desplegado por lugares públicos de Riga, mostrando un feto en el vientre con declaraciones de varios famosos diciendo “¡GRACIAS por la vida!”. También se han escrito, espontáneamente, para esta campaña, poemas, canciones y videos diciendo “Gracias a los padres”, donde diferentes personas expresan su gratitud a sus padres por el don de la vida. Las agencias publicitarias aceptaron publicar los carteles gratuitamente.
En el centro de Riga se colocaron carpas que brindaban información sobre el desarrollo prenatal del bebé y sobre las posibilidades de apoyo disponibles para las mujeres embarazadas (casas de acogida, centros de crisis, apoyo financiero, etc.).
Además, fueron organizadas tres conferencias sobre los aspectos jurídicos, médicos y espirituales del aborto, así como un concierto de cierre de la campaña.
La conferencia médica reunió ginecólogos letones y expertos internacionales dedicados a la NaPro Tecnología (Natural Procreation Technology) y a la fertilidad de la mujer. Esta tuvo lugar en el Ayuntamiento de Riga el 12 de octubre. Los ginecólogos recibieron información, particularmente, acerca de la planificación familiar natural. Al día siguiente, otra conferencia sobre la “batalla espiritual en favor de la vida” tuvo lugar en la casa del Consejo de la Iglesia Luterana.
En el marco de esta campaña, el Parlamento de Letonia celebró una conferencia oficial sobre el “derecho a la vida” discutiendo las maneras posibles de reducir el número de abortos en Letonia y las obligaciones del Estado en este sentido, especialmente a través de la creación de un sistema eficaz de apoyo a la familia, para que todo el mundo pudiera “optar por no abortar”.
Entre los participantes se encontraban el Sr. Egils Levits, el juez letón ante el Tribunal Europeo de Justicia, el Sr. Jansons, Defensor del Pueblo de Letonia, parlamentarios y varios académicos. Grégor Puppinck, Ph.D., presentó la situación del aborto en la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El Ministro de Justicia de Letonia J. Bordāns estuvo representado por el Secretario de Estado de Justicia. En su discurso, refiriéndose a los Artículos de San José, subrayó la inexistencia de cualquier derecho humano internacional al aborto y destacó la necesidad de promover una cultura abierta a la vida.