El 28 de febrero de 2022 la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (US Patent and Trademark Office – PTO) decidió que la patente que protege la tecnología que permite realizar la técnica de edición genética conocida como CRISPR pertenece a la Universidad de Harvard y al Instituto Broad del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). De esta forma, rechazó el reclamo (Interferencia Nro. 106.115) que habían presentado los Regentes de la Universidad de California, la Universidad de Viena y Emmanuelle Charpentier (CVC).
En 2014, Harvard y MIT obtuvieron la patente por CRISPR, que es una técnica que permite la edición del ADN. En su reclamo, CVC alegaron que ellos habían concebido la idea el 1ro. de marzo de 2012 y que la pusieron en práctica el 9 de agosto de 2012, en un experimento realizado en la universidad de Viena. De esta manera, alegaron tener la prioridad para la patente. Sin embargo, para la PTO, CVC no ofrecieron evidencia suficiente ni persuasiva sobre sus alegatos de haber inventado antes que Harvard y MIT la técnica que es objeto de la patente. En cambio, Harvard y MIT sí ofrecieron pruebas convincentes de haber puesto en práctica la técnica el 5 de octubre de 2012. Por eso, la PTO consideró que el reclamo de CVC contra la patente de Harvard y MIT no es admisible y lo rechazaron.
Un segundo argumento de CVC sostenía que ellos ya tenían una completa concepción de la técnica a patentar el 1ro. de marzo de 2012, pues habían identificado los componentes necesarios y suficientes de la técnica CRISPR-Cas9 que podía adherirse y modificar cualquier segmento de ADN in vitro. En cambio, para Harvard y MIT, los reclamantes tenían ideas de componentes útiles para una técnica pero sin una idea definitiva o permanente de cómo implementar el invento. Para la PTO, los inventores de CVC desplegaron un prolongado período de investigación extensiva, experimentación y modificación luego de la alegada concepción del 1ro. de marzo de 2012. Como mucho, CVC encontraron un resultado positivo y varias fallas en embriones de pez cebra y varios meses de experimentos fallidos y dudas en células humanas. Y su éxito se concretó recién a mediados de octubre de 2012.
El tercer argumento de CVC rechazado se refería a que la presentación de Harvard y MIT no mencionaba correctamente a los inventores de la patente. Pero también fue rechazado por la PTO.
El tema a su vez presenta interés internacional, pues en 2018 el Broad Institute de MIT había visto revocada su patente por la Oficina Europea de Patentes, de modo que en ese continente se reconoce a CVC como inventores jurídicamente protegidos de la codiciada técnica de edición genética humana. Vale recordar que Charpentier ganó el Premio Nobel de Química en 2020 por el desarrollo de un método para edición genética, junto con Jennifer Doudna.
CVC habrían apelado la decisión de la PTO ante la Corte de Apelaciones del Circuito Federal, que se ocupa de los casos de patentes. Este tribunal ya había fallado a favor de MIT en 2018.
La empresa que cuenta con la licencia para implementar la técnica CRISPR a partir de la patente de Broad Institute de MIT se llama “Editas Medicine Inc.”.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere
Fuentes:
https://developer.uspto.gov/ptab-web/#/search/documents?proceedingNumber=106115
https://www.science.org/content/article/broad-institute-takes-hit-european-crispr-patent-struggle