El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España publicó en noviembre de 2024 el “Informe de Evaluación Anual 2023 sobre la Prestación de Ayuda para Morir. Ley Orgánica 3/2021, de 24 de marzo, de regulación de la eutanasia”.
El informe se estructura en 18 apartados y cuenta con 50 páginas. Se analizan la cantidad de solicitudes y prestaciones realizadas de ayuda para morir en 2023, las características de las personas solicitantes, el ámbito o lugar de la prestación, las características de la prestación durante su realización, el rol de los profesionales implicados, las personas que revocaron o aplazaron la prestación, las denegaciones, las reclamaciones, los casos de personas que fallecieron antes de finalizar el procedimiento, la tasa de mortalidad por eutanasia, la donación de órganos y tejidos, los plazos y una valoración general de la prestación así como sus limitaciones según el Ministerio.
Según el informe, “en España, desde la entrada en vigor de la LORE y hasta el 31 de diciembre de 2023, se han atendido 1515 solicitudes de prestación de ayuda par a morir (PAM): 173 durante 2021, 576 en 2022 y 766 durante el año 2023”. A su vez, de todas esas solicitudes, se aplicó la eutanasia a 75 personas en 2021, a 288 en 2022 y a 334 en 2023. Los datos de 2021 corresponden al período julio-diciembre. De este modo, entre 2022 y 2023, el aumento de eutanasias en España fue de 16% en cantidad de eutanasias aplicadas.
De los 766 solicitantes en 2023, a 334 se les aplicó la eutanasia, mientras que 190 pacientes fallecieron durante la tramitación del procedimiento. 21 pacientes revocaron el pedido: 9 durante o después del proceso deliberativo y antes de firmar el consentimiento informado; 11 luego de firmarlo, pero antes de la resolución de la Comisión de Garantía y Evaluación (CGYE) y 1 tras la resolución de la CGYE. Por su parte, 33 solicitantes demandaron el aplazamiento de la prestación. Hubo 188 solicitudes denegadas: 119 por el médico responsable y 27 por el médico consultor. 19 fueron denegadas por la CGYE y en 23 casos no se tienen datos.
En el 28% de los casos de solicitudes, el solicitante tiene entre 70 y 79 años (es el caso más frecuente). El 23% tenía más de 80 años, el 23% entre 60 y 69 años, el 13% entre 50 y 59 años y el 7% entre 40 y 49 años.
Del total de solicitudes, 377 fueron mujeres y 389 fueron varones.
En cuanto a la enfermedad de base, del total de las 766 solicitudes presentadas, 271 (35%) corresponden a enfermedades oncológicas, 266 (35%) a enfermedades neurológicas, 49 (6%) a pluripatología orgánica severa, 24 (3%) a enfermedades respiratorias, 13 (2%) a cardiológicas y 105 (14%) a otras enfermedades no especificadas.
La eutanasia se hizo en el domicilio en 147 casos (44%), en instituciones socio-sanitarias en 19 casos (6%), en el hospital en 159 casos (47%) y en centros no hospitalarios en 9 casos (3%).
En cuanto a la modalidad (eutanasia o suicidio asistido), de las 334 muertes, en 316 casos la administración de la sustancia letal la hizo el equipo sanitario y en 18 casos el propio paciente se autoprovocó la muerte.
En cuanto a las especialidades de los médicos que participaron del procedimiento, el informe distingue entre el médico responsable y el médico consultor. En cuanto a la especialidad del médico responsable, 457 medicina de familia, 52 neurología, 46 oncología, 29 geriatría, 25 medicina interna y 90 otra. En lo que hace al médico consultor, 174 geriatría, 143 neurología, 93 otra, 74 medicina de familia, 64 oncología y 33 medicina interna.
En relación con el tiempo transcurrido desde la solicitud hasta la realización de la prestación de ayuda para morir, ha sido de 67 días de media con una mediana de 54,2 días.
En 2023, en 42 casos, los pacientes decidieron donar sus órganos y se extrajeron 172 órganos.
Como reflexión final, se advierte que se incrementan los pedidos de eutanasia y aumentan las muertes provocadas por el sistema de salud. En lugar de recibir protección y cuidados, bajo el eufemismo de “prestación de ayuda para morir” el Estado ofrece sustancias letales. Lamentablemente, una cultura de muerte y descarte subyace a esta práctica, que se difunde en el mundo.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere
Fuente: https://www.sanidad.gob.es/eutanasia/docs/InformeAnualEutanasia_2023.pdf