El 17 de septiembre de 2024 se presentó ante la Asamblea Nacional de Francia el proyecto de ley nro. 204 sobre acompañamiento de las enfermedades y el fin de la vida como iniciativa de Olivier Falorni y otros legisladores.
De esta manera, se retoman las discusiones que se habían iniciado antes de la disolución de la Asamblea Nacional y que analicé en un boletín anterior. Con la formación del nuevo gobierno, se presenta nuevamente el artículo que recoge la versión anterior con las modificaciones que se habían hecho en los debates en comisión. El proyecto consta de 40 artículos, divididos en dos títulos. El primer título refiere a garantizar los cuidados paliativos y fortalecer los cuidados solidarios y los derechos de los enfermos y el segundo título legaliza el suicidio asistido y la eutanasia como “ayuda a morir”.
El proyecto reforma el Código de Salud Pública en lo que concierne a los cuidados paliativos (en adelante CP), que pasan a incluir también “cuidados de apoyo”. Se adoptan medidas para garantizar estos cuidados, entendidos como prioridad nacional y se incluyen acciones para la financiación de tal estrategia de CP. Se impulsa la formación de los profesionales de la salud y del sector médico-social sobre CP. Se establece el permiso de solidaridad familiar en favor de los familiares que acompañan a personas con enfermedades graves. También se regula lo relativo a los voluntarios y a las residencias de apoyo y CP. Se regulan las directivas anticipadas.
En el título II, denominado “Ayuda a morir”, se reforman distintos artículos del Código de Salud Pública para que se le suministre a una persona una sustancia letal y se provoque su muerte o bien, cuando no esté físicamente capacitada para hacerlo, que se la administre un médico o enfermero. La muerte asistida pasa a ser considerada como “acto autorizado por la ley en el sentido del artículo 122-4 del Código Penal.
Para acceder a la muerte asistida, según el proyecto, una persona debe cumplir todas las siguientes condiciones (art. 24):
“1. Tener al menos 18 años de edad;
2. Ser de nacionalidad francesa o residir de forma estable y regular en Francia;
3. Estar padeciendo una enfermedad grave, incurable, que ponga en peligro la vida, en fase avanzada o terminal;
4. Presentar sufrimiento físico o psíquico vinculado a esta condición, refractario al tratamiento o insoportable según la persona cuando ha optado por no recibir o dejar de recibir tratamiento;
5. Ser capaz de expresar la voluntad de manera libre e informada”.
Luego se regula en detalle el procedimiento de la muerte asistida. Se contempla la objeción de conciencia (art. 34).
El proyecto incluye una reforma penal para sancionar a quien impida o intente impedir la práctica u obtención de información sobre la asistencia a la muerte por cualquier medio.
Resta saber si la Asamblea Nacional avanzará con el debate de la iniciativa, que fue firmada por 129 legisladores. En todo caso, es lamentable que se avance con una iniciativa que legaliza el suicidio asistido y la eutanasia. En cambio, es correcto avanzar con una política detallada y completa en favor de los cuidados paliativos, que son la verdadera respuesta justa a las problemáticas del fin de la vida humana.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere
https://www.assemblee-nationale.fr/dyn/17/textes/l17b0204_proposition-loi