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Malestar en Australia por la falta de transparencia en la comunicación de estadísticas de las Clínicas de FIV

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Malestar en Australia por la falta de transparencia en la comunicación de estadísticas de las Clínicas de FIV

 

El diario australiano The Age National reveló algunos días atrás que la industria de la fertilidad en su país dejó de publicar la tasa de nacimientos de niños vivos de diferentes clínicas que realizan fertilización in vitro (FIV), lo que evidentemente dificulta a las personas que acuden a estos tratamientos medir las probabilidades reales de que nazcan con vida sus hijos.

La base de datos de reproducción asistida de Australia y Nueva Zelanda (ANZARD) conjuntamente realizada por la Sociedad de Fertilidad de Australia (FSA) y la Universidad New South Wales (UNSW) omitió en su último reporte anual -publicado en septiembre de 2015- la tasa de nacimientos de niños vivos originados en los Centros de Fertilización de los mencionados países. Sólo incluyó la tasa de embarazos producidos en los Centros, tasa que claramente es más alta. La tasa de embarazos se calcula gracias a la evidencia del embarazo en el útero, obtenida por ultrasonido.

La tasa de nacidos vivos por FIV varía ampliamente entre las Clínicas, oscilando entre un 4 por ciento en aquellas de peor rendimiento hasta más de un 30 por ciento en otras Clínicas, acorde a los datos de 2012 publicados el año pasado, 2014.

El reporte de este año muestra una tasa de embarazos producidos que oscila entre el 14 y el 44 por ciento, pero sólo compara la tasa de nacidos vivos a través de categorías como la edad, tipo de infertilidad y día de la transferencia del embrión.

Esta modificación del reporte produjo que se alegue que esta industria está presentando informaciones engañosas y que la FSA habría estado protegiendo el bajo rendimiento de miembros de Clínicas al no identificarlas individualmente en la base de datos publicada.

El motivo alegado para la omisión de la información: La Directora de la Unidad de Epidemiología Perinatal Nacional y Estadísticas de la UNSW, Georgina Chambers, sostuvo que la modificación se había realizado para reflejar con mayor precisión las tasas exitosas de las clínicas que no habían reportado si los embarazos de sus pacientes habían culminado en nacimientos de bebés. Entre las 12.500 mujeres que quedaron embarazadas por tratamientos de FIV en 2012, no se sabe si 400 de ellas llegaron a dar a luz. Y es una condición para la acreditación de los centros de fertilidad el proveer esa información a ANZARD.

El Presidente de la Sociedad de Fertilidad de Australia, Michael Chapman, dijo que era “inaceptable que las Clínicas no supervisaran si sus pacientes habían tenido a su hijo o no”, y ordenó una investigación al respecto desde Fairfax Media, reconocida compañía australiana que opera en la industria de los medios de comunicación. Chapman afirmó no ser “consciente” de este grado de desinformación: “Las mujeres cambian de domicilio, la gente se muda, sin dudas no podríamos seguir el ciento por ciento de los casos. Pero si realmente existen algunos centros menos rigurosos que otros en este seguimiento, debo preocuparme”.

Críticas por la omisión de cifras: La Embrióloga Loretta Houlahan sostuvo que la omisión de la tasa de nacimiento de niños vivos en el mencionado último reporte se tradujo en que nadie supo cómo las clínicas con menor rendimiento han enfrentado las cifras. Las tasas de embarazos son completamente diferentes a la de los de nacidos vivos. “Estamos en una completa oscuridad ahora” afirmó la Dra. Houlahan por el motivo recién mencionado.

Reflexiones finales: Desde el Centro de Bioética Persona y Familia coincidimos con aquellas palabras finales de la Dra. Houlahan. La omisión no menor del último reporte de ANZARD genera una real oscuridad al privar a cientos de personas de información veraz y completa para actuar. Y aunque esta privación las perjudica, las Clínicas continúan acrecentando la industria de la fertilidad.

En esta oscuridad, brilla otro aspecto esencial por su ausencia. Para los padres, la manipulación de información que les corresponde conocer resulta éticamente injustificable, como dijimos. ¿Y para los hijos? ¿Se justifica generar muchos embriones sabiendo de antemano las muy bajas probabilidades de supervivencia que tendrán? Muchos hijos mueren en el camino, y las estadísticas de esta realidad, según The Age National, no están saliendo a la luz.

Informe de María Sofía Bertrán

Fuente: Harriet Alexander en The Age National: http://www.theage.com.au/national/health/for-sunherald-ivf-clinics-stop-publishing-live-birth-data-amid-scrutiny-over-success-rates-20151021-gkehwt