Columna de opinión de Maureen L. Condic (ThePublicDiscourse.org)
La creación de embriones de tres progenitores no es un inocuo tratamiento médico; es una macabra forma de clonación humana eugenésica.
La FDA actualmente está debatiendo(1)la posibilidad de aprobar el ensayo de tres procedimientos diseñados para permitir a las mujeres con una enfermedad mitocondrial engendrar niños sanos.
Las mitocondrias son pequeñas estructuras dentro de las células que proporcionan la energía necesaria para la vida. Tiene la particularidad de que tienen su propio ADN que produce algunas de las moléculas requeridas para el metabolismo energético. Y cuando este ADN mitocondrial (ADNmt) tiene una mutación, pueden resultar condiciones médicas que afecten la producción de energía. Una curiosidad de la biología de los mamíferos es que todas las mitocondrias que un individuo tiene, se heredan de la madre. Así, si la madre es portadora de una mutación en su ADN mitocondrial, sus hijos tendrán la misma mutación.
Los defensores(2) de la realización de experimentos humanos para generar “embriones de tres padres“(3)miran este procedimiento como un enfoque terapéutico benéfico para tratar a mujeres con enfermedad mitocondrial y permiterles tener hijos sanos. En realidad, es una forma macabra de clonación eugenésica, en la que se mata a un ser humano (embrión) con una condición médica y sus partes se utilizan para crear un nuevo ser humano con un estado biológico mejorado.
Transferencia del huso o núcleo materno (Maternal Spindle Transfer)
Los procedimientos en examinación por la FDA se dividen en tres clases generales. El primero, conocido como “transferenciadel núcleo materno“, usaría un óvulo de la madre con la enfermedad mitocondrial y una donación de óvulos de una mujer con mitocondrias sanas. El núcleo del óvulo de la donante sería reemplazado por el núcleo del óvulo de la madre. Esto crearía un óvulo “híbrido“, con el ADN nuclear de la madre y los elementos citoplasmáticos (incluyendo mitocondrias sanas) del donante. Este óvulo o huevo híbrido sería entonces fertilizado por el esperma del padre para crear un embrión humano de “tres padres“: el ADN de la madre, el ADN de padre, y los componentes no nucleares del óvulo (incluyendo ADNmt) del donante.
La transferencia del huso materno es un experimento arriesgado con un final incierto. Si el núcleo de la madre o el óvulo de la donante están dañados, el embrión resultante puede desarrollarse de forma anormal o morir. Sin embargo, la transferencia del núcleo materno es esencialmente una manipulación de células humanas, no de seres humanos. En consecuencia, éticamente es la menos problemática de las tres propuestas.
Por el contrario, los otros dos procedimientos previstos en consideración (“Transferencia Pro-Nuclear” y “Transferencia nuclear de la célula embrional”) implican la destrucción directa de al menos un embrión y el uso posterior de las partes para crear un nuevo embrión clonado, de biología superior. Dado que la vida humana comienza(4)en el momento de la fusión esperma-óvulo, estos procedimientos son a la vez formas de clonación eugenésica realizados en su fase más temprana.
Transferencia Pro-Nuclear (Pro-Nuclear Transfer)
En la Transferencia pro-nuclear, un embrión de una sola célula se ha creado usando el esperma y el óvulo del padre y la madre. Este embrión tiene las mitocondrias mutadas de la madre. Al mismo tiempo, un segundo embrión se crea utilizando el óvulo de un donante con mitocondrias sanas. Estos embriones de una sola célula o cigotos son claramente seres humanos(4)en la etapa más temprana de su vida natural. Los “pro-núcleos” (núcleos derivados dela unión espermatozoide-óvulo) son removidos de ambos embriones, destruyéndolos. A continuación, se produce un nuevo embrión mediante la transferencia de los pronúcleos extraídos del embrión enfermo al citoplasma sano del embrión “anfitrión“. Esta es una forma de clonación humana destructiva, es decir, el ADN nuclear de un ser humano se utiliza para crear una copia genética o “clon” de ese individuo por transferencia al citoplasma derivado del óvulo de un donante, eliminando el embrión original y el embrión donante en el proceso (ver “las graves preocupaciones éticas” más abajo).
En este procedimiento, como en la transferencia del núcleo materno, hay riesgo de dañar el núcleo transferido o el embrión anfitrión, causando que el desarrollo del embrión clonado resultante sea anormal. Además, se crean dos embriones y luego son destruidosen el proceso para producir un tercer embrión clonado. Es decir que este procedimiento implica la creación intencional de un ser humano “defectuoso” para destruirlo a continuación, de modo que una parte de su cuerpo (el núcleo) se pueda utilizar para clonar un nuevo ser humano, que es visto como biológicamente superior. Esto es la clonación eugenésica.
Transferencia nuclear de células embrionarias(CellEmbryo NuclearTransfer)
La transferencia nuclear decélulasembrionarias es similar a la transferencia pro-nuclear, excepto que se produce sólo un embrión a partir del esperma y el óvulo de los padres. Se deja que este embrión se desarrolle durante un día o dos antes de que un núcleo de una de sus células se utilice para producir un nuevo embrión clonado transfiriéndolo a un óvulo donado con mitocondrias sanas, al que se le ha removido su propio núcleo. El embrión original con enfermedad mitocondrial es destruido.
En este caso, como en los dos procedimientos anteriores, hay un riesgo significativo de dañar el óvulo o el núcleo transferido, resultando en el desarrollo anormal del embrión clonado resultante. Este método también es una forma de clonación eugenésica donde un ser humano “defectuoso” es destruido para obtener piezas deseables (en este caso, un genoma nuclear derivado de ambos padres) para construir un ser humano superior.
En los tres casos, el ser humano se produce utilizando los componentes esenciales de tres padres: el ADN nuclear de los dos futuros padres y el citoplasma del óvulo de un donante.
Gravesimplicancias éticas.
Sorprendentemente, muchas personas no ven un problema evidente con estas propuestas.Un colega médico mío recientemente opinó: “Si se toma el pronúcleo recién formado y se lo pone en un “cuerpo” diferente (es decir, el óvulo de otra mujer), ¿se está realmente destruyendo ese embrión? El individuo seguiría desarrollando con casi todas las mismas características genéticas, y potencialmente sobreviviría más tiempo si la terapia funcionó”.
Sin embargo, la opinión de que la transferencia del núcleo de un embrión no es más que un enfoque “terapéutico” para el tratamiento de la enfermedad, es falsa. El embrión producido por este procedimiento no es sólo el niño original de los padres, movido a un nuevo “medio ambiente” citoplasmático. Esto sería cierto si un ser humano fuera nada más que su ADN, lo que claramente no es el caso. Mientras que nuestro ADN único determina claramente muchos aspectos de nuestras características individuales, también estamos muy influenciados por la composición específica no genética del óvulo que nos produce. Como se explica en detalle en un documento disponible aquí(4)muchos aspectos del desarrollo embrionario y por lo tanto muchos aspectos del individuo único que acabamos siendo, dependen de componentes no genéticos derivados del citoplasma del óvulo.
La importancia de los factores no genéticos en la determinación del carácter singular de un individuo humano está muy claramente ilustrada por las “mutaciones de efecto materno“(5). Estas mutaciones no tienen ningún efecto en el desarrollo o la función de la madre, pero específicamente perturban el desarrollo de los embriones derivados de sus óvulos. El embrión puede incluso no tener el gen “malo” (sólo la mitad del genoma de la madre se transmite a cualquier niño), pero el desarrollo embrionario todavía se puede afectar profundamente por las moléculas presentes en el propio huevo. Muchos factores clave en el desarrollo trabajan así – en formas tanto positivas como negativas. Por lo tanto, los tres procedimientos descritos anteriormente generan “embriones de tres padres”, cuyos rasgos e identidad humana única reflejarán las contribuciones genéticas tanto de la madre y del padre, así como también los aportes críticos, pero no genéticos, realizados por el donante de óvulos.
Además de las cuestiones éticas planteadas por la clonación eugenésica y la experimentación destructiva en embriones humanos, estos procedimientos plantean otras dos serias preocupaciones. Los tres procedimientos son probablemente inseguros para los niños que resulten, incluso para los que no se destruyen deliberadamente y no se dañan por el procedimiento en sí. La heteroplasmia mitocondrial, es decir la persistencia de algunas mitocondrias de la madre en el óvulo del donante a causa del arrastre en la transferencia, es un riesgo significativo(6) para cualquier niño producido por estas técnicas. En general, laheteroplasmia no es una buena señal y, en este caso, además podría causar la reaparición de la enfermedad en la descendencia debido al “efecto fundante” mitocondrial en la ovogénesis. Incluso unas pocas “malas” mitocondrias puede convertirse en el tipo dominante en cualquier huevo, causando la recurrencia de la enfermedad mitocondrial en cualquier niño producida a partir de ese óvulo.
En segundo lugar, estos procedimientos son formas de “ingeniería de línea germinal ” que alteran la composición genética de las generaciones futuras de una manera permanente. Sabemos que, en la naturaleza, el ADNmt y el ADN nuclear “co-evolucionan“(7)para trabajar unos con otros de una manera eficiente. En algunasespecies(8), la incompatibilidad entre la mitocondria y el genoma nuclear compromete significativamente la salud del individuo.
Todos los métodos propuestos para “tratar” la enfermedad mitocondrial introducen una disparidad permanente e innatural entre el genoma nuclear y el genoma mitocondrial que será heredado por todas las generaciones posteriores. Esto constituye una experimentación desctructiva, sin ética, en seres humanos, sin ninguna garantía de resultados, ya sea para el “paciente” (el embrión clonado producido) o cualquiera de los descendientes.
Este es un enfoque injustificado que pone a las generaciones futuras en grave riesgo de consecuencias imprevistas, además de evidentedestrucción de una clase de seres humanos “defectuosos”, esperanzados en la fabricación de la descendencia “superior”.
Maureen L. Condic es profesora asociada de Neurobiología y Anatomía de la Universidad de Utah Facultad de Medicina.
Publicado por el Instituto Whitherspoon, en “Public Discourse”. Con su autorización, traducido y adaptado del original(9)para el Centro de Bioética, Persona y Familia por la Ing. Selva Contardi.
Referencias:
(4) http://bdfund.org/wordpress/wp-content/uploads/2012/06/wi_whitepaper_life_print.pdf
(5) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22335799
(6) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22085724
(7) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23995460
(8) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23382693
(9) http://www.thepublicdiscourse.com/2014/03/12897/