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Reflexiones sobre el implante anticonceptivo impulsado por Ministerio de Salud

Reflexiones sobre el implante anticonceptivo impulsado por Ministerio de Salud

Según informa el Ministerio de Salud de la Nación Argentina se ha decidido implementar un plan para realizar un implante subdérmico con efectos anticonceptivos dirigido específicamente a “mejorar la adherencia de las adolescentes a un método”, para chicas entre 15 y 19 años que hayan tenido “un evento obstétrico en los últimos 12 meses” y que “no tengan obra social o prepaga”[1].Implante

Al margen de los numerosos y preocupantes efectos secundarios que los prospectos de estos implantes contienen[2] –la mayor parte de los cuales está referida al riesgo de tromboembolias-, podemos realizar algunas primeras consideraciones de carácter general:

  • La estrategia apunta a reducir los embarazos adolescentes, estimándose 114.000 nacimientos de madres menores de 20 años por año según la misma información de prensa. Sin embargo, hay que señalar que el plan no apunta a resolver ninguna de las causas que llevan al embarazo adolescente.
  • Se afirma que el implante “desliga a las jóvenes de la ingesta diaria de pastillas” y “requiere un mínimo seguimiento”: podemos decir que aquí se revela uno de los problemas de fondo. El implante no sólo desliga a las jóvenes de las pastillas, sino que también parece orientado a desligar a los adultos de los reales problemas de las adolescentes, como desentendiéndose de ellas y dejándolas librada a su suerte, una vez que los adultos se han asegurado que no tendrán “problemas” pues no quedarán embarazadas. Se verifica como una renuncia a ir al fondo del problema y sus causas.
  • Falta en esta estrategia una reflexión sobre cuáles son las causas del embarazo adolescente.
  • En un contexto familiar que comienza a caracterizarse seriamente por la disfuncionalidad, un proyecto como éste corre el riesgo de ayudar a ocultar las verdaderas causas y soluciones de los embarazos adolescentes, entre las que encontramos los graves casos de violación intrafamiliar. Se trata de un complejo problema que tiene ser decididamente resuelto y estas medidas no ayudan en tal sentido, pues la sensación de seguridad frente al embarazo puede reforzar las condiciones de sometimiento de la joven. O al menos a minimizar este grave problema integral. Sabemos que el drama de la violación intrafamiliar es un problema que ha crecido, sobre todo por la profunda crisis que atraviesa la familia.
  • Entre las consecuencias ocultas también puede producirse un creciente “desligarse” de toda responsabilidad por parte del varón ante la seguridad anticonceptiva permanente que se estaría garantizando a la mujer.
  • Se señala que el implante es “poco invasivo”: sin embargo, se trata de un elemento extraño al cuerpo que se implanta y que permanece durante muchos meses en el brazo de la joven.
  • Se informa que el implante “no previene las enfermedades de transmisión sexual”. Así, la sensación de “seguridad” frente a la posibilidad de embarazo, puede llevar a aumentar el número de relaciones sexuales y ello aumentará los riesgos de transmisión de enfermedades de transmisión sexual.
  • Esta estrategia, dirigida especialmente a las personas más desfavorecidas pues se señala que se dirige a jóvenes sin obra social o medicina prepaga, revela un fracaso de las estrategias llevadas adelante en los últimos 10 años.
  • En ese mismo sentido, se constata un obsesivo y efectista enfoque en los métodos anticonceptivos, por sobre un esfuerzo de fondo para una educación sexual profunda y de largo alcance que den prioridad a valores como la castidad, el respeto por el cuerpo y por la persona integral, la maduración afectiva, el crecimiento gradual en el mutuo conocimiento en el noviazgo, la donación mutua y la apertura de la vida en el matrimonio.
  • Nos preguntamos: ¿Qué margen de libertad tendrán estas mujeres ante un plan especialmente dirigido a “esterilizar transitoriamente” a un segmento de las jóvenes argentinas más pobres que no tienen obra social o prepaga? ¿Quién lo va a implementar? ¿Los trabajadores sociales condicionando ayudas económicas y sociales a las jóvenes?
  • Es claro que un implante de este tipo, que es permanente, requiere “mínimo seguimiento”, será reversible en la medida en que haya posibilidades de extracción y es legítimo que nos preocupemos sobre que esta campaña no sea una forma permanente de control poblacional. Igualmente nos preguntamos: ¿Se puede quitar antes de los 3 años? ¿Tiene problemas si tuviera un accidente? ¿Qué sucede si no se lo quita a los tres años?
  • El plan trata al ciclo menstrual como patológico durante tres años en edad muy temprana.
  • Vale señalar que en una publicación de OMS se señala que “los trastornos de sangrado y la amenorrea constituyen uno de los efectos secundarios más importantes”[3]

 

Informe de María Inés Franck.

[1] http://www.msal.gov.ar/prensa/index.php?option=com_content&view=article&id=2113:se-presento-una-nueva-tecnologia-en-materia-anticonceptiva-para-adolescentes-&catid=6:destacados-slide2113

[2] Cf. http://cwhccolorado.com/media/implanonesp.pdf

También http://www.planificanet.gob.mx/index.php/metodos-anticonceptivos/metodos-anticonceptivos/implantes.php

Y: http://www.drugs.com/mtm_esp/etonogestrel-implant.html

Y: http://www.onmeda.es/medicamentos/principio-activo-etonogestrel-efectos-secundarios-G03AC08.html

[3] Fuente: Bahamondes L. Intervenciones Anticonceptivos implantables subdérmicos versus otras formas de anticonceptivos reversibles u otros implantes como métodos efectivos de prevención del embarazo: Comentario de la BSR (última revisión: 1 de diciembre de 2008) La Biblioteca de Salud Reproductiva de la OMS; Ginebra: Organización Mundial de la Salud. http://apps.who.int/rhl/fertility/contraception/CD001326_bahamondesl_com/es/index.html