El sitio Lifesitenews.com informa que, según datos de la Real Asociación Médica Holandesa, 650 bebés murieron en 2013 bajo la ley 26.691 de eutanasia, puesto que los doctores o los padres de las víctimas consideraban que su sufrimiento sería muy difícil de soportar.
El diez de abril de 2001 se aprobó en Holanda una ley que permitía la eutanasia y el suicidio asistido. Dicha ley, Nº 26.691, entra en vigencia el primero de abril de 2002. Como hicimos referencia en publicaciones anteriores esta ley ha dado como consecuencia la pérdida de una vasta y creciente cantidad de vidas humanas.
Con el correr de los años, la experiencia ha demostrado que si bien la normativa fue pensada para pacientes con enfermedades terminales, el derecho a morir fue garantizado a una gran cantidad de personas que son físicamente saludables pero con problemas psicológicos. Al respecto, Wesley J. Smith llamó la atención a aquellos que argumentaban que la ley era referida solo a los pacientes terminales, e instó a admitir que en realidad buscaba permitir la muerte como solución a muchas causas de sufrimiento, ya sea terminal o crónica, discapacidad, enfermedades mentales, entre otras.
Los medios de comunicación de los Países Bajos informaron que el número de muertes reportadas sólo por Eutanasia en 2011, aumentó respecto del año anterior en un 18 %: alcanzando una cifra de 3.695 personas fallecidas por la citada causa. Y que la cantidad de muertes acaecidas por Suicidio Asistido- no integrantes de las estadísticas oficiales de la eutanasia-, es probable que haya alcanzado en el año 2.011 la cantidad de 226.
La cantidad de muertes ocurridas por Eutanasia ha sido de 3.136 para el año 2.010, 2.636 del año 2.009, 2.331 del año 2.008, 2.120 para el año 2.007 y 1.923 del año 2.006. Otro aspecto que preocupa es que no todas las muertes por Eutanasia son reportadas; conociéndose que en el año 2.010 el 23% de tales defunciones no fueron informadas a las autoridades oficiales correspondientes.
Por otro lado, cifras oficiales certifican que 13 pacientes que padecían enfermedades mentales murieron a raíz de la Eutanasia en 2011, mientras que en el 2013 el número ascendió a 42.
El holandés TheoBoer, especialista en Bioética, solía apoyar la legislación mencionada, pero luego de doce años de aprobada la ley cambió su postura. Al ver el incremento exponencial de muertes en las estadísticas se preguntó: ¿Se debe a que la ley debería haber tenido mayores garantías? ¿O en cambio es el resultado de la mera existencia de una ley que invita a ver la Eutanasia y el suicidio asistido como solución inmediata y eficaz a diferentes inconvenientes, antes que un último recurso?
Informe de Juan Bautista Eleta