El Congreso de la Nación fue hoy 29 de marzo de 2011 sede de la Celebración del día del niño por nacer con la participación de destacados académicos, integrantes de Supremas Cortes provinciales y artistas.
En una síntesis, podemos decir que la Jornada estuvo marcada por algunos contenidos claves:
a) La dignidad de la vida humana y la necesidad de protegerla desde la concepción.
b) La cuestión del inicio de la vida humana no es una cuestión religiosa, sino que es algo científicamente probado.
c) La medicina, sobre todo como lo expresa el juramente hipocrático, siempre está a favor de la vida y rechaza firmemente el aborto.
d) La madre embarazada y el niño tienen derecho a una protección especial, incluso por mandato constitucional.
e) La Constitución Nacional, los Tratados Internacionales de Derechos Humanos, el Código Civil y las leyes defienden la vida desde la concepción y la legalización del aborto es por tanto improcedente jurídicamente en nuestro país.
f) La promoción de la vida tiene incidencia en el desarrollo del país, sobre todo en lo que se denomina capital humano y la despenalización del aborto mina las bases de la misma convivencia social.
g) La violación del derecho a la vida del niño por nacer tiene una raíz cultural, que está expresada en las tendencias a la muerte que atraviesan nuestra sociedad y que también se manifiesta en el uso de eufemismos para disimular la gravedad del aborto.
h) Hay nuevas amenazas a la vida del niño por nacer, sobre todo cuando se lo califica de preembrión y se lo elimina de manera sistemática en las biotecnologías reproductivas.
La apertura de la Jornada estuvo a cargo de la Diputada Cynthia Hotton, quien enfatizó que el sentido del encuentro era dar un Sí a la vida. También hizo mención al proyecto de ley de protección del niño por nacer y la madre que ya cuenta con la firma de 25 diputados nacionales. En la apertura también intervino Ricardo López Murphy, quien se refirió a la importancia para el capital humano de un país que tiene proteger la vida en el período que va desde la concepción a los primeros años de vida y al problema mundial de la baja de la tasa de natalidad y las complicaciones derivadas, por ejemplo en lo relativo al financiamiento de la seguridad social.
En el primer panel, el Dr. Jorge Vannossi, Presidente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, formuló una defensa del derecho a la vida del niño por nacer, a partir de una comparación entre el aborto y la pena de muerte y señaló que en el aborto el niño por nacer no tiene juez, ni defensa, ni proceso penal y el acto de quitarle la vida constituye un homicidio. Afirmó que “un niño es la forma más perfecta de un ser humano” y que la criatura por nacer goza del derecho a la vida y debe ser protegido, incluso ante las formas solapadas de violación de este derecho. Luego, Gregorio Badeni, Vicepresidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales, formuló un enfoque político del tema del derecho a la vida y el niño por nacer y señaló que la vida es presupuesto del sistema político. Si el ser humano es el fin del sistema, todo régimen democrático tiene el deber de preservar el derecho a la vida. Con precisas referencias históricas, que se remontan a los inicios mismos de la Argentina, abundó en los orígenes del derecho a la vida, con particular referencia a su recepción legal. Enfatizó que Vélez Sarsfield en 1870 en el Código Civil precisó que la vida empieza en la concepción y que esta tradición jurídica se vio reforzada por la reforma constitucional de 1994 en el nuevo artículo 75 inciso 23 de la Constitución. Se refirió luego a los Tratados que reconocen la vida desde la concepción y a otras disposiciones. Invitó a leer la declaración de la Academia Nacional de Derecho del año 2007 y de la Academia Nacional de Ciencias Morales de 2008. Expresó que el aborto es un crimen que desnaturaliza el sistema democrático constitucional.
En el segundo panel, el Dr. José Navia, Vicepresidente de la Academia Nacional de Medicina en ejercicio de la Presidencia, hizo un recorrido por las Declaraciones de la Academia Nacional de Medicina que refieren al niño por nacer. Así, se refirió a la declaración sobre el aborto procurado emitida en julio de 1994 y en la que se destaca que la vida empieza desde la concepción. La Academia afirmaba entonces que ello no era una hipótesis teológica, sino una realidad científicamente probada y consideraba inaceptable terminar una vida incipiente. Recordaba la misión del médico de proteger la vida y por tanto que la legalización del aborto va en contra de la medicina. Luego se refirió a la declaración de 1995 sobre la fertilización asistida y el problema de la mortalidad fetal y la situación de los embriones abandonados. Finalmente, en la declaración del 30 de septiembre de 2010 se recuerdan los principios básicos de la ciencia y la práctica médicas: el ser humano comienza en la concepción y destruir un embrión es éticamente inaceptable. El pensamiento médico defiende siempre la vida, dijo Navia, quien recordó la necesidad de médicos fieles al juramento hipocrático y su derecho a la objeción de conciencia. Completó el panel el Dr. Pedro Barcia, Presidente de la Academia Argentina de Letras y Vicepresidente primero de la Academia Nacional de Educación, quien se refirió a la contraposición entre cultura de la muerte y cultura de la vida. Considera que esta tensión no es creada artificialmente sino que se puede constatar, por ejemplo, en las tendencias “filotanáticas” que atraviesan nuestra cultura. Así, la tendencia a la muerte sin motivación aparente, la tendencia a la muerte deliberada, como ocurre con las tribus urbanas violentas, los juegos de muerte o bien un etnocentrismo extremo y la tendencia a la planificación de la sociedad a través de instrumentos de muerte, como en las políticas de control demográfico. En este contexto funciona la corriente abortista y Barcia se detuvo en algunos eufemismos que se utilizan para disimular la gravedad moral del aborto, como el de “interrupción voluntaria del embarazo” o “aborto libre”. Terminó su exposición con un emotivo testimonio personal: relató que su madre, cuando estaba embarazada de él, recibió un consejo médico para que no siga con el embarazo porque corría riesgo su vida. Y, dijo Barcia, en aquel momento su madre pronunció el discurso de una sílaba más categóricamente elocuente: No al aborto.
Luego de un breve receso y ante un auditorio colmado, el Dr. Eduardo Pettiggiani, integrante de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires se refirió a los argumentos jurídicos que se utilizan en el debate para la despenalización del aborto. Comenzó afirmando que el precepto de “no matar” no es el fruto de la imposición de una tradición religiosa judeo-cristiana, sino la exigencia de los derechos humanos que surgen de la dignidad de la persona. Llamó la atención sobre la incoherencia de cuidar la vida de los animales o el medio ambiente y no cuidar la vida de los niños por nacer. Basado en la afirmación de Tertuliano de que “ya es el que será” señaló que la definición de hombre es inescindible y no se puede atomizar, de modo que afirmar que una categoría de seres humanos no son personas o no tienen derecho a la vida es la forma más grave de discriminación. Citó luego a Bobbio, quien se expresó en contra del aborto y consideró al aborto como un delito contra la humanidad. Consideró con detalle las disposiciones de la Constitución Nacional y cómo queda derogada toda norma inferior que se oponga al derecho a la vida. Este derecho no puede ser desconocido y hay un mandato imperativo de cuidar la vida que no admite excepciones. Señaló que el aborto no es bueno para nadie y que los fundamentos de la defensa de la vida en una sociedad se esfumarían rápidamente si se despenaliza el aborto. Dar muerte a un ser humano es un hecho gravísimo. Por su parte, el Dr. Armando Andruet (h), miembro del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, se refirió a los proyectos de ley sobre las técnicas de procreación artificial desde la perspectiva del niño por nacer. Señaló que el concepto de persona por nacer era pacíficamente aceptado en la doctrina y que tenía una doble raíz: la tradición latina y la médica. Este concepto fue implosionado por la aparición de las técnicas reproductivas y ello lo transformó en controversial. Surgió la noción de pre-embrión, pero ello tiene costos antropológicos altísimos. Como consecuencia de esta tendencia, se consolida una política de vulneración de la persona no nacida que transforma a algunos centros biotecnológicos en verdaderos “campos de exterminio”. Un cientismo médico, con ínfulas ideológicas, ha corrido el eje y ha causado la muerte de millones de pre-embriones (personas por nacer) que no nacerán. Analizó luego cuatro proyectos legislativos sobre las biotecnologías reproductivas en función de su incidencia baja, media o alta sobre los derechos de la persona por nacer.
La Jornada se completó con un panel testimonial. En primer lugar, Diana Castillo expuso sobre la tarea que realiza Grávida acompañando a mamás embarazadas en riesgo de abortar y a quienes Grávida quiere ofrecerles su corazón. Señaló que las verdaderas heroínas son las madres y narró historias de madres muy jóvenes que decidieron apostar por la vida y ello colmó de sentido sus vidas. Luego, el cantante César Banana Pueyrredón celebró el encuentro y pidió que haya un estado que proteja a la mujer embarazada, para narrar luego la historia de Beethoven, quien estuvo por ser abortado por su madre y que gracias a la valiente decisión de su madre podemos aún hoy disfrutar de su música. Finalmente, el cantante Donald Mc Cuskley habló del derecho a la vida y destacó que todos somos el resultado de un embarazo no interrumpido. Se preguntó por el sentido de la vida y dijo que “por algo será que estamos acá”. Llamó así a descubrir el sentido de la vida y dio testimonio como hombre de fe. Señaló que a la madre que no quiere tener el hijo se le debe facilitar todo para que lo tenga y luego pueda considerar darlo en adopción. Un mundo mejor es posible, pero está en nosotros hacerlo, fue la frase final. Al término de estos testimonios, la Dip. Hotton invitó a los dos artistas a cantar por la vida, con el acompañamiento de todo el auditorio. Luego se proyectó el emocionante testimonio de Andrea Bocelli.
El cierre de la Jornada estuvo a cargo de la Senadora Liliana Negre de Alonso, quien destacó que “la Casa de las Leyes también puede albergar cosas tan maravillosas como lo ocurrido hoy”. Destacó la presencia de máximas autoridades académicas, agradeció a la Universidad Austral e invitó a todos al desafío de continuar el empeño por la vida. La vida del hombre es concreta y es un continuo que debemos proteger. En un contexto de pérdida del sentido trascendente del hombre hay que enamorarse de nuevo de la vida, para contagiar ese amor. Señaló que no se trata de una postura religiosa, sino de un conocimiento científico sobre la vida humana. Destacó el juramente hipocrático como un testimonio precristiano del valor de la vida y enfatizó que no se puede marginar un tema tan fundamental. Exhortó a la responsabilidad ante las elecciones previstas para este año y agradeció a todos su compromiso.