Un artículo publicado el 17 de febrero de 2016 en el Wall Street Journal revela que algunos empleadores estarían contratando empresas de análisis de datos para determinar qué decisiones de salud están por tomar sus empleados.
Es público y notorio que las grandes bases de datos personales poseen información codiciada sobre costumbres, preferencias y acciones de las personas. Esta situación, también conocida como “Big Data”, ha dado lugar al surgimiento de empresas dedicadas a analizar la información en un proceso llamado “data mining”, que podríamos traducir como “minería de datos”. Esta tarea comprende una gran variedad de finalidades y de tipos de datos, entre los que se encuentran aquellos considerados particularmente sensibles, como los vinculados con la salud.
Pues bien, ahora serían empleadores los que harían “minería de datos” de sus empleados para determinar, por ejemplo, quiénes pueden estar buscando un embarazo o cuántos padecen diabetes. Para ello, compañías como Castlight, podrían indagar sobre las palabras usadas en buscadores online, los pedidos de prestaciones médicas que requirió la persona o sus pedidos en las farmacias. En el específico caso del embarazo, la compañía puede analizar qué palabras buscó en internet, o si la empleada ha cumplido con los controles de planificación familiar, para obtener predictores de la búsqueda de un embarazo.
Castlight alega que si bien puede identificar necesidades médicas individuales, sólo comparte números agregados (sin especificar a las personas) con sus clientes. Es decir, revela información general sobre la salud de sus empleados, pero no da información individualizada. Sus informes incluyen como mínimo a 40 empleados, pues de otro modo la empresa considera que se podrían identificar los nombres de los implicados. Además, esta compañía, que brinda servicios a grandes corporaciones como WalMart, señala que sólo aquéllos empleados que adhieren son incluidos en la búsqueda.
Según narra Katherine Kwong en el blog Petrie-Flom Center dependiente de la Facultad de Derecho de Harvard, los que se oponen a esta práctica consideran que ello no es suficiente. Además, este tipo de información puede dar lugar a discriminaciones hacia las mujeres, por ejemplo, como un grupo.
Kwong explica que este tipo de información agregada sobre las conductas de salud no es una violación de las normas de protección de datos personales (la ley conocida en Estados Unidos como Health Insurance Portability and Accountability Act of 1996 HIPAA). Además, las búsquedas en internet no están protegidas como “datos sensibles” bajo tal legislación. Ello no deja de ser controversial, para Kwong, que señala los problemas éticos implicados.
En la revista Fortune, el profesor James Hodge, de Arizona State University, sostuvo que puede suceder que un empleador considere que un 15% de sus empleadas mujeres puedan estar embarazadas, pero si los datos muestran que ellas se acercan al 30%, entonces podría tomar medidas discriminatorias contra las mujeres. Igualmente, Hodge sostiene que la información podría ser usada en contra incluso de empleados que no participaron del programa.
Las preguntas que surgen, lógicamente, son: ¿para qué se busca la información? ¿cuáles son los límites a la privacidad en ámbitos laborales? ¿qué causales justifican indagar sobre la salud de los empleados? ¿No deberían existir límites vinculados con los aspectos más privados e inalienables?
En todo caso, este tipo de noticias revelan la existencia de una tendencia de control total sobre las vidas de las personas en los ámbitos laborales, en las que su información de salud e incluso sus decisiones más personales y familiares, como la decisión de tener un hijo, quedan bajo la supervisión de los empleadores, con el consiguiente riesgo de discriminación y manipulación.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere
Fuentes:
http://blogs.harvard.edu/billofhealth/2016/02/23/data-mining-and-pregnancy-prediction/
http://fortune.com/2016/02/17/castlight-pregnancy-data/