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En las Naciones Unidas, científico chileno refuta mitos sobre aborto y mortalidad materna

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En las Naciones Unidas, científico chileno refuta mitos sobre aborto y mortalidad materna

El 19 de septiembre de 2013 tuvo lugar el evento “Vida y Familia;  Acercamiento a los Objetivos del Milenio en materia de Desarrollo, reafirmando nuestros derechos  fundamentales e inmutables” en la sede de la Organización de la Naciones Unidas en Nueva York, EEUU, organizado por Alliance Defending Freedom y por la Fundación Incluyendo México. La conferencia constó de cuatro exposiciones estando las mismas a cargo de Rosa Leal de Pérez, primera dama de Guatemala; Alan Sears, presidente, CEO y abogado de Alliance Defending Freedom; Dr. Elard Koch, director del Instituto MELISA en Chile; y Dr. Mark Regenerus, sociólogo, profesor de la universidad de Texas y cofundador del Austin Intitute.

En este boletín nos proponemos presentar los lineamientos y conclusiones de la ponencia del Dr. Elard Koch, quien habló sobre la mortalidad materna y en especial sobre las investigaciones desarrolladas por su instituto en Chile y en México. El Dr. Elard Koch es un Epidemiólogo, profesor e investigador de la Universidad de Chile. Es profesor asociado y co-director de investigaciones del Instituto de Epidemiologia Molecular del Centro de Medicina Embrionaria y Salud Materna en la Universidad de la Santísima Concepción en Santiago de Chile (UCSC), la cual fundó el  instituto MELISA, actualmente bajo la dirección del Dr. Koch. El profesor ha recibido numerosas distinciones que dan cuenta de la magnitud de sus trabajos e investigaciones, siendo acreedor entre otros del “Academic Excellence Medal on Research” recibido en 2008, 2009 y 2010.

En el evento “Vida y Familia” el Epidemiólogo brindó una conferencia sobre la mortalidad materna relacionándola con la problemática del aborto concluyendo que la legalización del mismo no tiene efectos directos sobre la mortalidad materna haciéndola decrecer. Por el contrario, y citando experiencias en distintas legislaciones, demuestra como la liberación del aborto no es un factor que influya sobre la mortalidad materna, sino que el factor determinante es, entre otros, la educación de la mujer.

Para analizar su ponencia resulta práctico dividir la misma en tres partes;  todas ellas basadas en investigaciones que está llevando a cabo el instituto MELISA y que por lo tanto el Dr. Koch, como director, se encargó de presentar.

1) En la primera parte analiza el experimento natural chileno, citando cifras reveladoras que demuestran que la prohibición del aborto no produjo ningún efecto negativo sobre la salud materna en el país, todo lo contrario, ella fue mejorando año a año.

2) Continuó presentando resultados sobre una investigación de la iniciativa REAL (Red del Estudio de Abortos en Latinoamérica) del instituto MELISA, concretamente en México, el cual demuestra que en los estados federados en donde existen leyes liberales del aborto la mortalidad materna es mayor y con tendencias a aumentar,  en contraposición con lo que ocurre en los estados en donde existen leyes más restrictivas.

3) El tercer y último estudio presentado por el profesor versó sobre el análisis epidemiológico de un programa de prevención del aborto en chile en embarazos no intencionados en condiciones de vulnerabilidad el cual arrojó resultados favorables en sobre 80 % de las mujeres reclutadas.

Hay que destacar, en primer término, que el mejorar la salud materna en el mundo, es el quinto objetivo de desarrollo para el milenio de las Naciones Unidas para 2015. Koch hizo referencia a los objetivos del milenio, enumerándolos y mostrando como los primeros cuatro (buscar erradicar la pobreza, atender a la educación universal, buscar y promover la igualdad de género y reducir la mortalidad infantil), dependen de la importancia que se le dé a la salud materna.

 

La experiencia chilena: En la primera parte de su ponencia el Dr. Koch expuso sobre la investigación que el Instituto MELISA desarrolló en Chile. En la misma se buscó comprobar, a través de evidencia científica, el impacto de las leyes reproductivas en la mortalidad materna. El Profesor empezó planteando preguntas e intentó responderlas:

  • qué influencia tiene la restricción del aborto sobre la mortalidad materna;
  • cuáles son los factores que influyen sobre la mortalidad materna;
  • cuál es la relación que hay entre una legislación permisiva o restrictiva sobre el índice de abortos
  • qué efectividad tienen los programas o las políticas de prevención del aborto en países en donde no se permite el mismo.

Señaló que la mayor controversia sobre el tema radica en las leyes abortivas y su efecto sobre la salud materna y en el hecho de que en las ultimas 3 décadas tanto agencias, actores de la salud en general y actores políticos clamaron y defendieron la idea de que los países en donde no se permite el aborto legal convierten en un hecho el aborto no seguro permitiendo y causando más complicaciones y muertes por aborto.  Lo cierto, señaló el Profesor, es que hoy no existe evidencia científica que demuestre la relación entre legislación restrictiva del aborto y salud materna, y que este hecho es fundamental para países en vías de desarrollo en donde se los presiona para adoptar políticas más permisivas del aborto.  Explicó entonces como las legislaciones que permitieron el aborto en los años 70 se basaron en argumentos emocionales pero no en certezas científicas,  argumento usado por mucho tiempo para presionar y permitir políticas más permisivas en torno a las prácticas abortivas.

Para demostrar y fundamentar sus dichos el investigador hizo eco del experimento natural chileno desarrollado por su instituto. El experimento abarcó un análisis de casos desde 1957 hasta 2007 (50 años) en donde se evaluaron ocho indicadores (predictores) en paralelo, entre ellos la educación de la mujer, y su conducta reproductiva. Entre los indicadores que incluía la conducta reproductiva de la mujer se evaluó:

  • la fertilidad materna,
  • la postergación de la maternidad y
  • el acceso que tiene la mujer a los servicios de salud y a los servicios sanitarios básicos.

También fueron evaluadas tres intervenciones en materia de política pública que realizó Chile y sus efectos sobre la morbilidad materna. Las intervenciones evaluadas fueron: la disposición que en 1965 determinó la educación obligatoria hasta los ocho años de edad; cuando entre 1964 y 1967 se desarrollaron en el país programas de salud materna y del niño con nutrición completa para ambos y finalmente la prohibición del aborto en Chile en 1989.  Elard Koch demostró que en los últimos 50 años la mortalidad materna en Chile bajó un 94 % y que la misma sigue decreciendo, es decir de 300 casos por cada 100.000 nacidos vivos se redujo a 18 por cada 100.000 nacidos vivos. Lo mismo sucedió con la mortalidad por aborto; la cual se redujo prácticamente un 99%. Hoy la mortalidad por aborto en Chile es de menos de 0,4 por cada 100.000 nacidos vivos, cifra menor que la que revela los Estados Unidos de Norteamérica. Durante los 37 minutos que duró su conferencia el profesor mostró gráficos y cuadros que mostraban como la mortalidad materna empezó a decrecer a partir de los programas y políticas que implementó Chile protegiendo a la madre y al niño y como continuó y se acentuó a partir de la prohibición del aborto en 1989. También analizó los factores que influyen sobre la mortalidad materna y los relacionó para demostrar cual es el efecto que tienen sobre la misma. Por ejemplo: se dio cuenta que cada año que aumentaba la educación de la mujer (factor) en Chile se reducía la mortalidad materna en un 29.7 casos por cada 100.000 nacidos vivos. Por cada 5 % que aumentaba la atención profesional de calidad en los partos (factor) se reducía un 12.5  por cada 100.000 nacidos vivos. Si a este número se le sumaba la educación de la mujer, la morbilidad se reducía un 22.9 por cada 100.000 nacidos vivos. Por eso, la conclusión a la que arribó y en la que hizo hincapié el Profesor es que cuando la mujer se educa hace un uso más eficiente e inteligente de los recursos de la salud que le puede llegar a proveer un Estado, además de que la misma la dignifica. Una mujer con baja educación no va a hacer un buen uso de los servicios de salud materna ni iría a concurrir al cuidado prenatal, con lo que eso significa. Por eso plantea el Profesor que toda Nación debiera tener como estrategia básica a la educación. Con  respecto a la educación en Chile, señaló que en 1960 de cada 1000 partos, 150 mujeres eran analfabetas; problema que hoy se ha erradicado.

La paradoja de la fertilidad: Koch expuso también sobre lo que denominó “la paradoja de la fertilidad”. La misma nos dice que mientras más educadas están las mujeres, debido a la autonomía que adquieren, presentan un mayor control de su fertilidad, es decir, hacen uso de mayores métodos de regulación de la maternidad, consecuentemente postergan la maternidad presentándose mayor riesgo obstétrico, como hipertensión, diabetes o eclampsia entre otros. En conclusión la mortalidad materna puede verse aumentada por estas complicaciones. Por eso en muchos países el problema no es cuántos hijos tiene una mujer sino en qué etapa de su vida los tiene, especialmente el primero. De modo que esto nos está mostrando que la mayor y más eficiente educación en la mujer definitivamente reduce la mortalidad materna; pero si a la mayor educación se la combina con un deseo de la madre de postergar su maternidad a edades avanzadas esto puede llegar a aumentar la morbilidad.

Cómo reducir la mortalidad materna: La conclusión final del experimento natural chileno es que la mortalidad materna puede ser reducida por estrategias multidimensionales y combinadas como ser:

  • programas de nutrición en establecimientos de la salud primaria y en colegios; acceso a educación primaria y secundaria;
  • educar a la mujer con el fin de que haga un uso eficiente de los servicios sanitarios y para que lleve a cabo un estilo de vida saludable;
  • y mejorar el acceso al cuidado prenatal y postnatal.

Pero ninguna o nula influencia sobre la morbilidad materna ejerce el status legal del aborto; por lo tanto se refutan así los argumentos emocionales de los que propiciaron y lucharon tanto por políticas abortivas considerando que su legalización reduciría la morbilidad de mujeres que accedieran a prácticas abortivas legales. Podríamos concluir afirmando una certeza inmutable y lógica; el aborto esté respaldado o no por una política legislativa favorable lo único que causa son más y más muertes de personas por nacer.

Para terminar con el caso chileno expuso una serie de datos que son interesantes a la hora de analizar lo ocurrido en ese país. Explicó que Chile desde 1909 tiene estadísticas confiables sobre salud materna y salud en general, como por ejemplo estadísticas sobre niños nacidos con Síndrome de Down,  desde los últimos 50 años; que se encuentra en la lista A de la OMS (organización Mundial de la Salud) y de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) de países con datos más confiables en cuanto a estadísticas sobre morbilidad; que Chile es un país en donde hace varias décadas que se viene haciendo una auditoria sobre la mortalidad materna y que por lo tanto se conoce cuál es la causa que esta atrás de ella. Que desde 1965 se aplican en el país programas para favorecer y proteger la maternidad y la salud del niño; y finalmente que este proceso culminó en la prohibición del aborto en Chile en 1989, paradójicamente siendo el primer país en legalizarlo en 1931. La normativa  de ese entonces contemplaba que bastaba la firma de dos médicos para acceder a un aborto terapéutico, pero la interpretación laxa de esta normativa que hacían tanto legisladores, jueces y médicos llevó a Chile a cometer gran cantidad de abortos selectivos. Hoy Chile es el segundo país más seguro para ser madre, habiendo superado a los Estados Unidos en 2008, siendo este un país que posee más recursos para invertir en educación y salud, y viéndose superado solo por Canadá.

 

El caso mexicano: En segundo término Koch presentó los resultados que arrojó el segundo experimento realizado por MELISA a través de la iniciativa REAL: el experimento natural mexicano. Este caso fue la contracara de lo realizado en Chile. En 2007 se legalizó el aborto en el distrito federal de México, convirtiéndose ésta en la ciudad con mayor regulación liberal del aborto en México y en  toda América Latina. El caso a analizar sigue siendo el mismo: si la legalización del aborto hace decrecer la morbilidad materna o la aumenta.

El caso es que en México, considerado en su totalidad, en los últimos 5 años se redujo la mortalidad materna al igual que en Chile. Esto nos ratifica lo concluido en el caso chileno: el status legal del aborto no tiene efecto sobre la morbilidad sino que, como se encargó de afirmar Koch, el grueso de las causas de mortalidad materna (98 %) no dicen relación con el aborto; en el caso de México tienen que ver con la hemorragia, la eclampsia, la hipertensión etc. Después de la legalización del aborto en el Distrito Federal de México la incidencia hacia las prácticas abortivas aumentó en los primeros diez años, como ocurre en países que recurren a su legalización. En 2011 fueron realizados 20.214 abortos en el sector público y la mortalidad materna en esa ciudad aumentó considerablemente, como ocurrió en los demás 14 distritos que tienen leyes permisivas en torno al aborto. Lo contrario ocurrió en los demás 18 distritos que prohíben el aborto en donde la morbilidad claramente se vio reducida. Se demuestra así en un segundo experimento natural la falacia del argumento que sostiene que en países en donde se prohíbe el aborto debería ser mayor la mortalidad materna; este no resulta ser el caso de México y no resulta ser el caso de Latinoamérica. Como gran conclusión del caso mexicano podemos decir que la mortalidad materna es más alta en legislaciones más permisivas hacia las prácticas abortivas ocurriendo lo contrario en países con leyes más restrictivas.

Los programas de prevención del aborto en Chile y su efectividad: La tercera y última parte de la conferencia de Koch consistió en analizar la efectividad que tienen los programas de prevención del aborto en países en donde el mismo está prohibido como es el caso de Chile.  Para eso el Dr. Koch expuso sobre el desarrollo de dos programas en Chile. El primer programa analizado fue el denominado “Chile crece contigo”. El Dr. Koch presentó una publicidad sobre dicho programa lanzada por el gobierno la cual tenía como finalidad concientizar a la sociedad toda sobre la protección del niño por nacer. Luego expuso sobre el programa lanzado en 2004, “acogiendo un bebe” el cual tenía la finalidad directa de prevenir los abortos. Se realizó luego un estudio sobre la efectividad de dicho programa el cual consistió en evaluar a 3491 mujeres con embarazos no intencionados. De ellas 507 manifestaron su intención de tener un aborto de forma directa y explicita y 2984 optaron por tener al niño. Este programa contaba además de difusión por  varios medios de comunicación con la presencia de una serie de mujeres entrenadas en brindar un servicio psicológico y  legal de acuerdo a las necesidades de cada mujer. Se demostró, mediante dicha investigación, que el 44 % de los factores que más influyen en los embarazos no deseados son la coerción o la violencia intra familiar o psicológica. El éxito del programa fue de un 84.3% de mujeres que eligieron evitar el aborto y sobre estos un 79% de las mujeres optaron finalmente con quedarse con el niño fruto del embarazo no intencionado y un 3.5 %  de los niños fueron dados en adopción, lo cual demostró que el programa generaba en la mujer una fuerte situación de apego causando que esta quiera conservar al hijo. A raíz de este estudio, Elard Koch terminó concluyendo que cuando la primera línea de prevención del aborto falla, es decir, la legislación prohibitiva del mismo, se necesita una segunda línea de  prevención como pueden ser los programas de prevención ya citados y con resultados favorables en Chile.

 

El aborto nunca es una solución: Entre las muchas conclusiones que podemos extraer de la completa y fundada conferencia que brindó el Dr., profesor e investigador Elard Koch, sobresale como gran conclusión y síntesis de su pensamiento que el aborto nunca es una solución. Se demostró ampliamente que existen varias causas que operan e influyen sobre la mortalidad materna, pero ninguna de estas es el aborto. Por lo tanto su status legal es indiferente, como lo remarcó repetidas veces a lo largo de la conferencia, y su legalización no causa otra cosa más que un homicidio. Ha quedado plasmado que para luchar lograr el quinto objetivo del milenio (reducir la mortalidad materna), y poder así influenciar y potenciar a los primeros cuatro (erradicación de la pobreza, igualdad de género, educación universal y reducir la mortalidad infantil) solo cabe programar, a nivel Estado, una serie de políticas multidimensionales y combinadas entre sí, siendo la fundamental la educación de la mujer para procurar un mejor uso de los servicios de la salud.

Informe elaborado por Agustín Stellatelli (h).