Un nuevo estudio en los Estados Unidos de América revela que, a pesar de las millonarias inversiones del sector público hacia la educación, la brecha entre los niños más pobres y los más ricos en relación a los logros educativos no ha sufrido cambios en los últimos 50 años.
El estudio se propone profundizar en la afirmación que señala que la educación es la principal herramienta para superar desigualdades en los niños. En este punto, procura demostrar que resulta de vital importancia comprender que los primeros pasos que ellos hacen en la escuela como así sus comienzos académicos deben estar no tan solo apoyados por las instituciones, sino que también deben obtener una fuerte contención familiar que los guie. Es decir no se deben dejar de lado los factores externos que hacen a la educación de un niño fuera del colegio o de un estableciente educativo, ya sea la salud o la asistencia afectica del hogar, entre otras.
La investigación sostiene que se ha estado esperando que la escuela logre algo que no puede lograr por sí sola.
El estudio fue publicado por la Oficina Nacional de Investigación Económica (National Bureau of Economic Research) en marzo de 2019 y fue dirigido por el economista Eric Hanushek, el politólogo Paul Peterson y equipo, utilizando información longitudinal de tres fuentes bien consideradas (The National Assessment of Education Progress, The Program for International Student Assessment, y The Trends in International Mathematics and Science Study) que examinan estudiantes de entre 13 y 17 años de edad, entre 1954 y 2001.
Entre los principales resultados del estudio se pudieron observar las grandes brechas que se encuentran en la preparación universitaria entre los estudiantes según posean o no algún factor de adversidad en su vida, ya sea marginalidad, padres que no asistieron a la universidad o familia de bajos recursos.
Por otra parte, se constató que aquellos estudiantes que tenían problemáticas en sus hogares eran mucho más proclives a no lograr sus objetivos académicos.
Dentro de esta clasificación el 54% de los alumnos que no tenía ninguna de las características de “desatendido” lograba una sólida preparación para los estudios superiores. Este porcentaje se reducía a 26% en quienes tenían alguna de las tres características, al 15% en quienes soportaban dos factores contrarios y al 9% entre quienes reunían el total de las características señaladas.
El estudio hace referencia a un trabajo del año 1966 conocido como “Coleman Report”, que proponía un cálculo simple para definir un buen proyecto de joven alumno: escuela + herramientas familiares. Se entiende que las escuelas ejercen poca influencia en el logro de un niño en forma independiente de sus antecedentes y contexto social, es decir las instituciones no logran soslayar las problemáticas del joven, donde solo se les da una porción de conocimiento y no una contención a lo que le sucede en la casa.
Según el estudio, la escuela no estaría logrando por sí sola el objetivo de la igualdad de oportunidades pues no existe un efecto fuerte e independiente de lo que sucede en la casa.,
En definidas cuentas se ha observado un vínculo claro entre los ambientes favorables o no del hogar de los chicos y el éxito académico. Por supuesto, ello no significa menospreciar el fundamental lugar de la escuela. Pero no se puede ignorar la relevancia que tiene la familia y el contexto para el logro de objetivos académicos. Tampoco significa sostener que la familia tiene que tener buenos recursos. Se trata de reconocer la importancia de la contención familiar como tal, por el soporte integral que ofrece.
Por ende, para avanzar en la superación de las brechas de desigualdad, se debe atender a factores que resultan de trascendental importancia como son: la salud a temprana edad, las buenas prácticas de crianza, la estabilidad familiar. No es la inversión pública lo único que se necesita para realizar un equilibrio en la educación y la igualdad de oportunidades dado que la problemática va más allá.
Vale decir que se sigue buscando en las escuelas y colegios, el porqué de la problemática, y se soslaya la consideración de lo que sucede o no en la casa, en el hogar del niño.
A lo que apunta el estudio es a demostrar que hoy en día la escuela no logra resolver todos los problemas que se le presentan al joven, no porque sea mala, sino porque no es su trabajo principal. En este punto hay que considerar el rol fundamental de la familia.
Hoy en día se siguen cuestionando los establecimientos, se sigue buscando la responsabilidad en torno al colegio, y la educación, cuando en realidad la principal cuestión es preguntarnos qué está pasando con la familia y su rol.
Informe de Facundo Martínez Oliver
Fuentes: