El 17 de diciembre de 2015 el Parlamento Europeo aprobó por Resolución el informe anual sobre Derechos Humanos y Democracia en el mundo 2014 y las políticas de la Unión Europea sobre esta materia (Annual report on human rights and democracy in the world 2014 and the EU policy on the matter – 2015/2229-INI).
En el capítulo dedicado a los derechos de las mujeres y las niñas, el parágrafo 115 expresa:
el Parlamento Europeo “condena la práctica de la subrogación, que socava la dignidad humana de la mujer dado que su cuerpo y sus funciones reproductivas son usadas como un “commodity”; considera que la práctica de la subrogación gestacional que involucra la explotación reproductiva y el uso del cuerpo humano para ganancias financieras o de otro orden, en particular en el caso de las mujeres vulnerables en los países en desarrollo, debe ser prohibida y tratada como un asunto de urgencia en los instrumentos internacionales de derechos humanos”.
Como señala Maria Hildingsson, esta decisión viene a confirmar la línea ya trazada por el Parlamento Europeo en 2011, cuando se aprobó la Resolución sobre prioridades y esquema del nuevo marco de políticas de la Unión Europea para luchar contra la violencia contra la mujer (European Parliament resolution of 5 April 2011 on priorities and outline of a new EU policy framework to fight violence against women 2010/2209 -INI). En esa resolución de 2011, el Parlamento Europeo solicitaba a los Estados Miembros “que reconozcan el serio problema de la subrogación que constituye una explotación del cuerpo femenino y de sus órganos reproductivos (n. 20) y “enfatizaba que las mujeres y los niños están sujetos a las mismas formas de explotación y ambos pueden ser vistos como “commodities” en el mercado reproductivo internacional, y que estos nuevos acuerdos reproductivos, como la subrogación, aumentan el tráfico de mujeres y niños y las adopciones ilegales a través de las fronteras nacionales” (n. 21).
Cabe destacar esta decisión en el contexto del Parlamento Europeo y sus visiones liberales. Aunque no compartimos otros aspectos del informe aprobado por el Parlamento, coincidimos en la necesidad de poner un punto final a la explotación de mujeres y niños a través de la subrogación de vientres. Se advierte así que, incluso las posturas que favorecen temáticas como el aborto y la salud reproductiva, como ocurre con el Parlamento Europeo, expresan la necesidad de un límite en relación a la expansión de las industrias biotecnológicas aplicadas a la reproducción humana y condenan con firmeza la subrogación de vientres, especialmente en los países en desarrollo.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere
Fuente: http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?type=TA&reference=P8-TA-2015-0470&language=EN