En junio de 2023, la Autoridad sobre Reproducción Humana y Embriología de Gran Bretaña publicó las estadísticas correspondientes al año 2021 sobre tendencias en materia de procreación artificial en ese país.
En el informe, se indica que el total de pacientes que recibieron tratamiento de fecundación in vitro o inseminación de donante fueron cerca de 55.000. Se advierte un incremento con relación a 2019 (53.000). El total de ciclos se incrementó a niveles superiores a la etapa anterior a la pandemia, con un incremento del 10% con relación al 2019.
Entre las distintas estadísticas, sobresale el hecho de que ha aumentado la cantidad de óvulos congelados. Los ciclos de crioconservación de óvulos se incrementaron de 373 en 2011 a 2500 en 2019 para pasar a 4.215 en 2021. Por su parte, la crioconservación de embriones aumentó de 230 ciclos en 2011 a 8.300 en 2019 y 10.719 ciclos en 2021.
Otra característica que presenta el informe es el aumento del uso de las técnicas a través de prestadores privados, financiados por los pacientes, que pasó del 52% en 2019 al 63% en 2021. Al mismo tiempo, cayó la cantidad de ciclos de FIV financiados por el Servicio Nacional de Salud (NHS), de modo que los ciclos pasaron de aproximadamente 24.000 en 2019 a 20.000 en 2021 (una reducción del 16%).
El porcentaje de nacimientos múltiples luego de FIV se redujo a su nivel más bajo de la historia (5%). En los años 1990/9 este porcentaje rondaba el 28%.
Cabe recordar que en julio de 2022 entró en vigencia en Gran Bretaña una modificación a la ley que extendió el plazo de almacenamiento de embriones hasta 55 años. El anterior plazo era de 10 años.
La cantidad de embriones humanos crioconservados es reveladora del problema subyacente a la ampliación de las técnicas de procreación artificial. En efecto, no solo existen objeciones morales de fondo vinculadas con la problemática de la intermediación técnica en la procreación y el respeto a la originalidad de la transmisión de la vida humana, sino que se genera un alto número de embriones que luego quedan en la espera de ser transferidos, con un destino incierto, con grave riesgo para su derecho a la vida.
Informe de Jorge Nicolás Lafferriere